El fiscal de Dolores Juan Pablo Curi rechazó este viernes el pedido para que el suspendido fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, fuera considerado como colaborador en la causa que investiga la red de espionaje ilegal en la que están involucrados el falso abogado Marcelo D’Alessio y el fiscal Carlos Stornelli. La decisión es congruente con lo que Curi ha hecho desde el primer día, alineado con el aparato judicial de Comodoro Py que juega para Cambiemos. El abogado de Bidone, Diego Alvarez Bognar, le había dicho a Curi que su defendido ya había declarado tres veces y correspondía una definición. El fiscal de Dolores rechazó ahora el pedido para tomar su declaración como la de un arrepentido, con los beneficios que le corresponderían según la ley. Finalmente Bidone declarará directamente ante el juez Alejo Ramos Padilla el miércoles próximo.

Desde el principio, Curi puso trabas de todas las formas posibles al avance de la causa. Dictaminó que el juez Ramos Padilla debe apartarse del expediente y que todo tendría que enviarse al edificio de Retiro. Se trata de una maniobra destinada a amortiguar un caso que no sólo le explotó al fiscal Stornelli sino también a casi todo el resto de la estructura de los tribunales federales de Comodoro Py.

El fiscal de Dolores también rechazó aceptar al ex espía “Rolo” Barreiro como imputado colaborador con argumentos insólitos: que se requiere una autorización del presidente Mauricio Macri o que Ramos Padilla defina si es competente o no.

En esta investigación Bidone va camino a ser procesado como integrante de la asociación ilícita que espió, extorsionó y coaccionó a partir de sus vínculos con el aparato del Estado, en especial la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). La banda que integraban, entre otros, D’Alessio, los ex comisarios Ricardo Bogoliuk y Aníbal Degastaldi y el ex espía Barreiro obtenía información de Migraciones y de empresas telefónicas a través de Bidone. Esos datos se utilizaron para extorsionar, como mínimo, a dos personas: al aduanero Gabriel Traficante y al empresario Pedro Etchebest. El fiscal Bidone dice que lo hizo de buena fe porque pensaba que D’Alessio era un funcionario de la AFI, por lo que creyó que estaba colaborando con una investigación oficial. Sin embargo hay indicios de que a Bidone le pagaron o que recibió regalos indebidos a cambio de esa información, entre ellos pasajes a Cancún para él y toda su familia.

Resulta llamativa la actitud del fiscal Curi. Cualquier investigador judicial se mostraría interesado en que un virtual imputado le brinde datos, pero en este caso el representante del Ministerio Público en Dolores esquiva cualquier avance en el expediente. De todas maneras, parece acabarse su tiempo. Hoy en día son pocos los que todavía sostienen a Stornelli y la maquinaria que hay detrás de él. Hasta el propio procurador general Eduardo Casal empieza a inquietarse por el hecho de que el fiscal Stornelli ya cumple 16 días en rebeldía.