El ajuste se profundiza en los tratamientos de diálisis. Asociaciones que nuclean a centros de diálisis denuncian que la situación es cada vez más crítica en el sector que brinda una prestación básica para la vida de los más de 30 mil pacientes que hoy se dializan en el país. “El mayor problema que tenemos es que los financiadores –PAMI, Incluir Salud y obras sociales provinciales– no actualizaron los valores de retribución siguiendo la evolución del dólar y la inflación y eso nos creó un desfase muy difícil de sostener, por cuanto la mayoría de nuestros insumos son en esa moneda y los sueldos se ajustaron con la inflación de la misma forma”, denunciaron desde la Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (CADRA). Mientras que la Asociación Regional de Diálisis y Trasplantes Renales de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires (ARD), volvió a alertar sobre el colapso del sistema de diálisis en el país por la enorme dificultad de sostener estos servicios. Piden recomposición de los valores y también de los flujos de fondos, ya que los pagos se están atrasando hasta en 120 días.

Como informó PáginaI12, en octubre del año pasado el PAMI tomó la “decisión unilateral” de suspender el convenio vigente y establecer otro que supuso “reducir un presupuesto que ya era insuficiente”. Alfredo Casaliba, titular de la ARD, sostuvo entonces que “la reducción injustificada del presupuesto destinado a estas prestaciones generará graves dificultades a los Centros Prestadores que se ocupan del tratamiento de los más de 11.000 pacientes con Insuficiencia Renal Crónica afiliados al Instituto” de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados.

Sus predicciones se cumplieron. “PAMI nos viene pasando las reuniones desde marzo. Es indignante que no tengan un minuto para sentarse con nosotros. Esto es un problema ético. Independientemente de que hay gente que está trabajando y tiene en riesgo su trabajo, lo importante es que hay pacientes que pueden morir por no recibir tratamiento. Queremos llamar a la reflexión a los funcionarios que se encargan de estos temas”, dijo Casaliba. 

Darío Zapata, titular de CADRA, informó que mientras el valor de la sesión se incrementó el 32 por ciento durante 2018, en ese mismo período el dólar superó el 120 por ciento y, a modo de ejemplo, mencionó que un catéter que cuesta 207,06 dólares, hace un año lo pagaban $4244,73 pesos (con un dólar a 20,50 pesos) mientras que ahora deben abonar por el mismo producto  $9276,28 (44,80 pesos por dólar), es decir, más del doble. “Otro punto a destacar es el servicio de traslado de los pacientes. Las obras sociales han transferido la responsabilidad a los centros de diálisis, prestación totalmente ajena al servicio médico, y que en el último período se vio incrementada sustancialmente con el aumento del precio de los combustible”, agregó.

Las empresas y centros prestadores de todo el país realizan trece tratamientos mensuales de cuatro a seis horas a cada uno de ellos, lo que equivale a 390.000 tratamientos cada mes. 

“Son prestaciones de alta complejidad, con aparatología y material importados que no se producen en el país. Usamos una enorme cantidad de agua para cada paciente, agua tratada que se produce a partir de agua de red. Por cada sesión de cuatro horas se usan unos doscientos litros. Además la medicación ha sufrido enormes aumentos. Y utilizamos una enorme cantidad de personal altamente entrenado que trabaja de lunes a sábados, y feriados”, enumeró Casaliba. Denunció además que “las obras sociales fijan el precio y está fijo. Esto genera un corset”. Según la ARD, hace un par de semanas cerró un centro en Cañuelas y un par están por cerrar en Colón y en La Plata. En los dos o tres años cerraron doce centros en la provincia de Buenos Aires, donde hoy se dializan unos 13 mil pacientes. 

Recién a principio del mes la ARD pudo reunirse con el presidente de IOMA y algunos prestadores y se convino que aumentaba el valor de la prestación y se pagaba una deuda que está pendiente desde octubre del año pasado. Ioma es importante en la provincia de Buenos Aires ya que tiene alrededor de 1300 pacientes en diálisis, sin embargo representa apenas “un aire fresco” para los centros, ya que los principales financiadores, PAMI e Incluir Salud, no los escuchan. Los fondos que el Estado destina a la cobertura de esos tratamientos de manera directa o a través de las obras sociales se giran a través del programa Incluir Salud, que administra la Agencia Nacional de Discapacidad.

La diálisis es una prestación para los pacientes que han perdido por completo o casi su función renal y dependen de este tratamiento para evitar complicaciones y eventualmente la muerte. 

“El paciente que ha llegado a diálisis por insuficiencia renal crónica debe permanecer en diálisis por el resto de su vida o ser trasplantado. Ahora hay unos 6000 pacientes en lista de espera. Se pone un énfasis muy grande en el trasplante y no se pone el mismo énfasis en la diálisis. No hay tantos órganos como pacientes, entonces tenemos que sostener su vida con el tratamiento de diálisis”, explicó Casaliba. “Es imposible interrumpir la prestación sin poner en riesgo la vida del paciente”, apuntó Zapata.