El Fondo Monetario apoyó los cambios del programa monetario y cambiario. El vocero principal del organismo multilateral, Gerry Rice, dijo que “los últimos datos del índice de precios al consumidor muestran que romper con la inercia inflacionaria es todavía un desafío difícil para las autoridades argentinas”. Agregó que “el marco de la política monetaria está diseñado de manera apropiada para hacer frente a ese desafío”. 

El funcionario del Fondo no dejó lugar a las dudas respecto que los cambios del plan se definieron en una negociación entre el equipo económico y los técnicos del organismo de crédito. “Saludamos el cambio en los parámetros del marco anunciado hoy (por ayer). Junto con la reciente decisión de extender el cero crecimiento de la base monetaria hasta noviembre, deberían ayudar a anclar las expectativas de inflación”, señaló Rice. Sandleris dijo en la conferencia de prensa que “el Fondo no es tutor del Banco Central”. Pero no hizo ningún esfuerzo para justificar la independencia de la entidad, una tarea que le hubiera resultado imposible.

Los anuncios del Central se hicieron después del cierre la jornada cambiaria. El dólar cerró en 43,38 pesos y marcó una suba de 1,7 por ciento (73 centavos). Para la jornada de hoy hay incertidumbre sobre cómo tomará el mercado los anuncios. Los optimistas aseguran que habrá nuevos retrocesos de la divisa por la apuesta de los inversores a las elevadas tasas de interés en pesos. Los pesimistas indican que se reforzará la presión en el mercado de divisas porque la inflación potencia las expectativas de devaluación y los anuncios de la autoridad monetaria son vistos como manotazos de ahogado. La divisa todavía tiene margen para subir cerca de 9 pesos hasta que el Central pueda intervenir. Esto provocaría una nueva ronda de presiones sobre los precios.

Las ganancias para los inversores que decidan apostar a que la autoridad monetaria cumpla con el techo de la banda cambiaria resultan importantes. Podrían llevarse más de un 10 por ciento en moneda dura en los próximos meses si las tasas de interés en pesos se mantienen y la cotización hasta diciembre no cruza la banda superior de la zona de no intervención (es decir se mantiene debajo de 51,45 pesos). La apuesta no es para cualquiera. La incertidumbre electoral y los antecedentes de corrida cambiaria generan que invertir en pesos en los próximos meses sea una decisión de alto riesgo.