Veinte años después de la masacre en la escuela de Columbine, en Colorado, en la que dos estudiantes asesinaron a doce de sus compañeros y a un maestro antes de quitarse la vida, los expertos creen que las “lecciones aprendidas” han salvado vidas pero la amenaza y el miedo no cesan. “Todas las amenazas ahora son tenidas en cuenta, aunque sean vagas”, indicó Phil Weiser, el fiscal estatal de Colorado. Esta semana, Weiser, el Departamento de Educación de Colorado y el FBI dispusieron el cierre de centenares de escuelas en Denver, capital del estado, tras la alerta que mereció la presencia en el área de Sol Pais (foto), una joven de 19 años que viajó desde el sur de Florida, donde residía, y había confesado su “obsesión” con la matanza en Columbine. Pais, armada y calificada de “extremadamente peligrosa”, fue hallada muerta el miércoles después de una intensa “cacería”, como tuiteó el FBI de Denver.