Luego de estar dos goles abajo, el descendido Tigre, en inferioridad numérica por expulsión del defensor Alexis Niz, venció 3-2 a Colón y consiguió la clasificación a los octavos de final de la Copa de la Superliga en el partido revancha que se jugó en Victoria. Después de sufrir dos cachetazos en apenas cinco minutos con los goles de Nicolás Leguizamón y Cristian Bernardi, ambos en el primer tiempo, el conjunto de Néstor Gorosito descontó antes del descanso con un penal convertido por Lucas Janson, y emprendió una remontada heroica que se consumó en el complemento con tantos de Matías Pérez Acuña y del ingresado Carlos Luna, otra vez de penal. El Matador jugará la próxima instancia con Unión, que a su turno eliminó de local a San Martín de Tucumán, el primer equipo que perdió la categoría en el último torneo local.

Pasada la media hora de juego y con el 2-0 a su favor, el equipo de Pablo Lavallén tuvo un buen rendimiento, superó al rival por los costados con buena gravitación de Bernardi y Esparza, y de esta manera justificó la ventaja. Pero Tigre nunca se dio por vencido y terminó de convencerse de dar vuelta el partido cuando achicó diferencias antes del entretiempo por un penal anotado por Janson tras una mano en el área cobrada a Zuqui.

El sabalero fue de mayor a menor, hasta que en el complemento quedó reducido a un equipo apático, sin alma y arrollado por un rival al que le sobró dignidad. Porque en el segundo tiempo Tigre fue una tromba y rápidamente llegó a la igualdad con un cabezazo de Pérez Acuña que ingresó por el segundo palo del arquero Burián. De inmediato, el local sufrió la expulsión de Niz, pero no cejó en la ambición de buscar el triunfo, dado que el empate con goles clasificaba a los santafesinos tras el 0-0 obtenido en el Cementerio de los Elefantes.

A diez minutos del final, Colón era una verdadera sombra en relación con la efectividad demostrada en gran parte de la primera etapa. Y después de coquetear en un par de ocasiones con el tercer tanto, Tigre encontró un penal que le permitió al Chino Luna, verdadero símbolo de varias batallas en el club, decretar la victoria. De nada sirvió el ingreso tardío desde el banco de Luis “Pulga” Rodríguez, porque a esa altura al equipo santafesino se lo vislumbraba desmoralizado. Pese al descenso, Tigre demostró así la vergüenza deportiva de sus jugadores, que sentenciaron la serie a su favor para el delirio de un público agradecido.