Venezuela amaneció de nueva envuelta en tensión. A pesar de que el presidente Nicolás Maduro ya anunció la “derrota” del alzamiento militar, el opositor Juan Guaidó busca hoy redoblar la presión contra el gobierno bolivariano con un nuevo llamado "a las calles". La gran expectativa será por el desenlace la marcha que había sido convocada por el autoproclamado presidente interino, en el marco de la llamada “Operación Libertad” por parte de los opositores. Guaidó compartió muy temprano los 15 puntos de concentración de la nueva movilización. “Seguimos con más fuerza que nunca Venezuela”, arengo.

 

El opositor había planteado la marcha del 1° de mayo como "la más grande en la historia" del país, pero está por verse cómo responderán sus seguidores luego de la fallida sublevación del martes para derrocar al presidente. “Maduro no tiene el respaldo ni el respeto de las fuerzas armadas y mucho menos de los venezolanos”, aseguró el parlamentario, al ratificar la movilización organizada para hoy. “Toda Venezuela a las calles”, convocó desde un nuevo video en las redes sociales.

El alzamiento militar encabezado por Guaidó no logró quebrar el apoyo de la cúpula militar a Maduro, quien también convocó a su militancia a marchar este miércoles hacia el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, con motivo del Día del Trabajador. El presidente electo brindó anoche una conferencia de prensa en la que dio todos los detalles de lo ocurrido. El presidente aseguró que la Base Militar La Carlota nunca estuvo tomada, sino que un grupo de militares sublevados se concentraron en el distribuidor Altamira. “El día de hoy fue un contraste de la Venezuela de la paz y la Venezuela de violencia, del golpe de Estado, entregada a los intereses extranjeros y del imperio gringo", expresó el mandatario.

Ayer, el epicentro de las protestas fue Caracas. Miles de opositores se concentraron en los alrededores de La Carlota, donde comenzaron disturbios que dejaron unos 69 heridos, según servicios médicos locales. Una nutrida marcha intentó dirigirse al centro, donde está Miraflores, pero fue repelida con gases lacrimógenos y perdigones.

El movimiento se desinfló a medida que el alto mando reiteró lealtad al líder chavista. Veinticinco insurrectos pidieron asilo en la embajada de Brasil en Caracas, mientras Leopoldo López, liberado por los rebeldes de su prisión domiciliaria y con quien Guaidó lideró el levantamiento, se refugió con su familia en la legación de España.

Guaidó reivindica que las fisuras abiertas por el alzamiento demuestran que Maduro ya no controla a la Fuerza Armada. "Hay soldados dispuestos a defender la Constitución, y quedan muchos más", sostuvo. Al proclamar la derrota de sus adversarios, Maduro advirtió que no quedará impune la "escaramuza golpista", sin mencionar directamente a su oponente.

El opositor ya enfrenta procesos penales por haberse adjudicado las funciones presidenciales aquel 23 de enero, pero Estados Unidos ha advertido que su detención sería el "último error de la dictadura".