"Dentro del siglo XX, Strindberg quizá haya sido uno de los autores más impresionantes. Con él encontramos el más puro realismo, y al mismo tiempo inaugura un teatro muy ligado a los sueños. Alberto Ure, mi maestro, decía 'no es el mejor, pero no hay otro como él'. En su época rivalizó mucho con Ibsen, estuvo muy eclipsado por su apogeo; mientras Ibsen se ligaba los grandes triunfos, a él le tocaban las grandes polémicas y los fracasos", cuenta Rody Bertol a Rosario/12, entre matices imperdibles: "Para darte un ejemplo, Strindberg era un fanático de la alquimia. Estuvo dos años encerrado, intentando fabricar la fórmula del oro. Con eso te pinto no sé si cierta locura, pero sí cierto toque, cierto vuelo que tenía".
De este modo, Danza Macabra marca el regreso (o reingreso) de Rody Bertol al mundo de August Strindberg, a partir de su tarea con el Centro Experimental Rosario Imagina. Danza Macabra se estrena mañana, y tendrá sus próximas funciones los sábados de mayo y junio, a las 22, en el teatro C.E.T. (Centro de Expresiones Teatrales, San Juan 842).
Bertol ya había versionado al autor en 1993 con El Sueño, y en 1999 con La Sonata de los Fantasmas, en ambas también como director. La distinción pasa ahora por la dirección compartida entre Mariana Pevi y Natalia Trejo. Al respecto, dice Bertol: "Desde hace un tiempo, hemos permitido que sean otros los directores, que se fogueen otros. Es algo que comenzó con las obras Heroínas y Enter Dylan, que las dirigió Juan Nemirovsky. Ahora les toca a Natalia (Trejo) y Mariana (Pevi). Eso es algo que enriquece mi mirada sobre la obra, y al mismo tiempo porque en definitiva soy un tipo de una generación formada por directores setentistas. Se me transmitió mucho de entrada el trasvasamiento generacional, el hecho de que uno tenga la posibilidad de desplazarse. No es fácil. He tenido que evitar ir a los ensayos para no meterme, para que pudiera haber una multiplicación dramática, como decía el otro maestro que tuve, que es Tato Pavlovsky. Esa multiplicación nos enriquece a todos. La mirada de Mariana y Natalia sobre la obra es veinteañera, la mía es la de un tipo de sesenta años, con otra visión sobre el matrimonio".
"Es una obra que refleja lo que Piglia dice del cuento: que cuenta
dos historias. Una en la superficie y otra que crece en lo latente".
Efectivamente, Danza Macabra tematiza el matrimonio y lo hace de manera explosiva, a partir de un escenario intimista. "Es una obra que refleja esto que Piglia dice del cuento: todo cuento cuenta dos historias. Una obra también. Hay una historia que está en la superficie y una que va creciendo en lo latente, a punto de estallar. Danza Macabra habla sobre el matrimonio. Strindberg consideraba que si bien el matrimonio puede aparecernos como un paraíso en su primer momento, inevitablemente se transforma en el infierno en la tierra, en una fatalidad concertada (risas). Él tenía una visión diríamos muy nihilista, pero lo hace con mucha sutileza, con ironía. La versión nuestra, a diferencia de los otros dos Strindberg que dirigí, ahonda en un teatro de cámara. Hemos aprovechado la instancia de intimidad que tiene la obra y la hacemos con mucha cercanía al público. Hemos elegido especialmente una sala muy cálida, agradable y pequeña, para que la cercanía esté dada. Por otro lado, la adaptación tiene un lado fuerte, que es el de respetar el texto del Strindberg, haciendo una condensación del mismo para que permita un teatro más contemporáneo. La obra hasta tiene lo vertiginoso de una comedia, y en eso tomo también cosas que pensaba Strindberg, quien se enojaba cuando veía obras suyas y lo trataban como a un autor demasiado serio o dramático. Él jugaba mucho con la ironía. Por un lado, he tratado de rescatar eso, y también de hacer una multiplicación, donde una pareja se va transformando en otra y otra. En el mismo relato se van sucediendo tres parejas, como una metáfora compartida de una misma fatalidad concertada".
En relación a esa ironía pretendida, se revela fundamental el grupo de trabajo y los años de trayectoria. Dice Bertol: "Es una obra hecha a la medida del equipo de Rosario Imagina, pensada y escrita para cada uno de los intérpretes. Es lo que nos permiten los muchos años de trabajo, de conocernos y de poder jugar y dar valor a los registros que cada uno de estos actores y actrices tienen. Está pensada para este elenco y eso es siempre una gran ventaja. Por otra parte, quise volver sobre este autor para darme un descanso, porque vengo trabajando con dramaturgia propia. Volver a cierta fuente y revisar un clásico como Danza Macabra, me permite pegar un sacudón, al dialogar con un autor de esta envergadura".
Danza Macabra cuenta con la coordinación general de Rody Bertol, y la dirección de Mariana Pevi y Natalia Trejo. El elenco está conformado por María Eugenia Ledesma, Alejandro Ghirlanda, Germán Capomassi, Gisela Sogne, Diego Bollero, Adrián Moriconi, Pamela Di Lorenzo, y Gabriela Soverchia.