La calma con la que cerró la semana financiera no es sólo aparente sino que, además, relativa. En el seno del gobierno hay apreciaciones disímiles sobre qué hacer la semana entrante, en la que deben pagarse nada menos que 1300 millones de dólares en rentas y amortización de un cupón del Bonar 2024. Según señalaba un medio especializado ayer (el portal I-Profesional), el título se encuentra en su mayor parte en manos privadas locales. Y el comportamiento reciente más usual de estos inversores ha sido “cobrar y llevarse los fondos afuera”, según es admitido por fuentes oficiales. Sin ir más lejos, durante abril habrían sumado 3500 millones de dólares los fondos fugados por esa vía. 

 ¿Qué hacer frente al combo fatal que enfrenta la conducción monetaria, de fuga de divisas, suba del dólar y aumento del riesgo país? Una de las alternativas que se está buceando es convencer a los bancos –importantes tenedores de títulos públicos– que acepten canjear algunos de corto plazo por otros de largo, aunque para tal operación el gobierno deba ofrecer una retribución más atractiva. Hay quienes sostienen que esta política debería implementarse de inmediato, dado que mayo es un mes de fuertes vencimientos (no sólo el ya mencionado del Bonar 2024).

 El mismo portal cita una versión según la cual el actual titular de YPF, Miguel Gutiérrez, un ex JP Morgan (uno de los principales bancos de inversión del mundo), le habría arrimado a Mauricio Macri la sugerencia de recomprar bonos de corto plazo, aprovechando que hoy cotizan muy abajo y que la cancelación anticipada podría ser una “buena señal para los mercados”, temerosos de un eventual default. Aunque la sugerencia habría entusiasmado al Presidente, según la misma versión el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, se encargó de descalificarla, advirtiendo que “no hay recursos” para distraer en tal maniobra y que la prioridad sigue siendo la de “hacer caja para atender necesidades fiscales”. Por el momento, sólo la Anses, echando mano al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (“la plata de los jubilados”, se decía en otro momento de la historia) se ha hecho notar en los mercados comprando en las últimas semanas bonos 2020 y 2024.