Los ojos de más de mil personas “lloran de amor”, emocionados con la voz de Nacha Guevara y su excepcional interpretación de “No llores por mí Argentina”. En el centenario del nacimiento de Eva Duarte de Perón, se presentó el libro Eva Perón. Esa mujer, de María Seoane y Víctor Santa María, con el escritor Alejandro Dolina, la socióloga e historiadora Dora Barrancos y la conducción de Teté Coustarot. “En este tiempo todo lo que se escriba acerca de Evita debe tener un fuerte sentido de militancia. Aunque no hubiera en el texto ni una sola palabra acerca de Macri, la figura de Evita produce un efecto de contraste tan enorme que basta una sola foto para ver la pequeñez de los ámbitos políticos que nos tocan padecer”, dijo Dolina para recibir la primera gran ovación de la noche en la sala Jorge Luis Borges de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Dolina afirmó que asistir a la presentación del libro –publicado por la editorial Octubre– “es como salir a la calle y hacernos visible bajo la forma de una protesta”. El autor de Crónicas del Angel de gris propuso crear en la Feria del Libro un stand destinado para la explicación de una obra. “La explicación tiene que ser tajante y expeditiva para evitar colas”, sugirió el escritor y puso como ejemplo una señora que leyó Crimen y castigo y no entendió nada: “Es un ñato que asesina una vieja y después se arrepiente”, le explicarían a la atribulada lectora. “Este libro podría ser explicado en el mismo stand y tal vez a la misma señora. ‘Ay, dice la vieja, acabo de leer Eva Perón. Esa mujer y no entiendo qué me está queriendo decir. Le están diciendo, señora, a quién tiene que votar’”, comparó el escritor y creador del programa radial La venganza será terrible, que volvió a ser ovacionado por el público. En la sala Borges estaban la actriz Julieta Díaz, que interpretó a Evita en Juan y Eva (2011) de Paula de Luque; los humoristas gráfico Tute –que luego presentó su libro Humor al diván– y Rudy; el diputado nacional Fernando Espinoza, las diputadas Cristina Alvarez Rodríguez, sobrina nieta de Eva Perón; y Victoria Donda, entre otros dirigentes políticos.

Seoane comentó que el origen del libro está en un cuaderno de la revista Caras y Caretas que trabajó junto a Santa María en 2007. “La biografía de Eva es la biografía de la Argentina. ¿Por qué no podemos olvidar a Eva?    –se preguntó la periodista–. Porque es la biografía de la Argentina, de nuestros abuelos, de nuestros padres, de nuestros hermanos y de nuestros hijos. Eva es pasado y es presente.” La directora de contenidos de Caras y Caretas planteó que la historia de Eva es “la historia de amor con un hombre extraordinario, un líder político”, pero que también es la historia de amor con el pueblo. “Mi mamá le ponía velitas a la foto de Eva”, confesó Seoane con la emoción quebrándole la voz al evocar. “El alma de la patria sigue siendo Eva”, subrayó la periodista y advirtió que Eva fue el “sostén afectivo” del Estado de Bienestar.

Barrancos celebró la propuesta de Dolina del stand explicativo y pidió que “se instale lo antes posible” para la próxima presentación de Sinceramente, de Cristina Fernández, el libro más vendido de la feria. “El feminismo de Evita constituye todo un desafío; es un contra feminismo muy feminista”, destacó la socióloga e historiadora, quien precisó que en el contexto de la época las feministas no fueron alcanzadas por Evita porque había “una serie de reservas muy constitutivas” del antiperonismo de los años cuarenta. “No hay una figura como la de Evita en ninguno de los movimientos populares de América Latina –aseguró Barrancos–. A medida que se tornaba desbordada, tan insumisa, fue creando la condición de su propia excepcionalidad. Ella fue una intérprete de pasiones entre la masa y líder, y ocupa un lugar propio; con Evita se da la feminización del poder político y esa es una marca que le debemos a esa convicción exasperante al punto de la anulación del propio cuerpo”. La socióloga feminista ponderó no sólo el hecho de dar derechos, sino de subrayarlos; “darles el impudor del lujo, eso es lo que hizo Evita” y concluyó que el libro de Seoane y Santa María es “un libro militante, la ocasión es militante y es lo que necesitamos para que octubre sea también nuestro”.

Santa María reconoció que la historia de Eva “es una oportunidad esencial para no olvidarnos de dónde venimos”. “Yo soy peronista por procedencia, porque me crié en un hogar de trabajadores donde se la recordaba a Eva permanentemente. Para muchos de nosotros es Santa Evita porque veíamos a nuestros padres pedirles que los sacara de un apuro”, recordó el editor general del Grupo Octubre y arriesgó una definición sobre Eva Perón. Esa mujer. “Este libro es cortado transversalmente por una historia de amor. No solo entre dos personas. Este libro trata un poco la historia de amor de los dos, pero más del amor con su pueblo”. Al final, Nacha Guevara puso de pie a la sala Borges para celebrar a esa mujer que cambió el destino de miles de mujeres de la Argentina.