Cristina Kirchner subió puntual al escenario de la sala Jorge Luis Borges de la Feria del Libro recibida por un millar de seguidores, referentes de políticos, culturales y organismos de derechos humanos, entre los que sonó el "¡Vamos a volver!" y "¡Presidenta, Cristina presidenta!", aunque la líder opositora no adelantó qué decisión tomará de cara a las elecciones de octubre. Al relatar los por qué de la publicación de Sinceramente —al que calificó como "el aporte que puedo hacer y dar para que todos los argentinos y argentinas para que podamos construir algo diferente a todo"—, la expresidenta sí respondió a la convocatoria hecha por Mauricio Macri y dijo que es necesario un contrato social de ciudadanía responsable" y señaló: "Es necesario que todos pongamos ese esfuerzo sin clichés ni lugares comunes."
La exmandataria realizó un discurso de poco menos de 40 minutos en un tono amable, en el que esbozó pocas críticas directas al Gobierno. El primer momento fue cuando se refirió a la figura de la "tormenta", utilizada por el Macri para graficar la actual crisis económica, y señaló que "la metereología reconoce la imprevisión, pero la política y la economía no tiene esos patrones".
Una segunda crítica a la administración macrista quedó para el final del discurso, cuando destacó la decisión del gobierno norteamericano de privilegiar la generación de trabajo sobre la política monetaria. "Sería bueno que los que viajan tanto, imiten lo que hacen allá", señaló la exmandataria.
En otro tramo de su exposición, CFK habló del tilde de "populista" que se le puso a su gestión y consideró que el libro le permitió dar la "palabra perfecta" para "mucha gente que decide sobre información que no es correcta".
Como ejemplo, la exmandataria recordó también la calificación de "choriplanero" que recibió su gobierno, pero lo contrapuso con los 2.700.000 planes sociales con los que inició el mandato de Néstor Kirchner, los 207 mil planes con los que entregó el mandato en 2015 y los cerca de medio millón de planes que sostiene la gestión de Cambiemos. "Muchos más que el Gobierno de los choriplaneros", ironizó la senadora nacional y subrayó la generación de empleo durante su gestión.
En ese tono, la expresidenta habló de "un contrato social que involucre a todos: empresarios, dirigentes sindicales, un ciudadano que es operario, cooperativistas, una persona que tenga un plan de trabajo". "Es necesario que todos pongamos el esfuerzo", aseguró.
La líder de Unidad Ciudadana hizo un particular hincapié en el sector empresario al sostener que "hacen falta dirigentes empresarios que piensen la economía como instrumento de desarrollo del país y no solamente personal". "Para que una empresa sea más grande tienen que ganar todos y comer todas, si no es muy difícil", destacó la expresidenta, que recordó el Pacto Social del tercer gobierno de Juan Domingo Perón con José Ber Gelbard, a quien calificó como "el último gran empresario".
En ese punto, Cristina recordó que a pesar de que aquel acuerdo fue sellado por una figura de la "magnitud de Perón", fue puesto en jaque por el sector empresario e incluso estuvo cerca de forzar la renuncia del presidente. "Todos recuerdan aquello de la 'me llevó la más maravillosa música', pero aquel 12 de junio la gente salió a la calle por la posibilidad de la renuncia de Perón", señaló.
"Por eso digo que es necesario un contrato social de todos los argentinos y argentinas. Un contrato social de ciudadanía responsable", lo llamó la mandataria en lo que fue una respuesta directa a la, hasta ahora, fallida convocatoria hecha por la Casa Rosada. "Un contrato social que involucre a todos: empresarios, dirigentes sindicales, un ciudadano que es operario, cooperativistas, una persona que tenga un plan de trabajo", abundó.
La senadora naciona evitó el tono confrontativo y señaló que su libro "lejos de plantear peleas, es una interpelación a las dirigencias sociales, sindicales, empresariales, culturales, intelectuales, a la sociedad" y, en otro momento, señaló: "Sinceramente es el aporte de lo que puedo hacer y dar para que todos los argentinos podamos construir algo diferente a todo. Es necesario que todos pongamos ese esfuerzo sin clishés ni lugares comunes."
Cristina Kirchner —quien le agradeció al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández por darle la idea de escribir el libro— insistió en que espera que Sinceramente sirva "como instrumento de debate" y para "transmitirle a los jóvenes, que son mi gran apuesta, lo que me tocó vivir, lo que estoy viviendo y lo que están viviendo los argentinos, en momentos difíciles".
A pesar de los cantos de "¡Vamos a volver!" y "Cristina presidenta" que surgían desde los asistente al acto, la líder opositora esquivó hablar de su rol en las próximas elecciones y hasta bromeó a partir del nombre de la sala en la que resonaron los cánticos: "Estamos en la sala Borges, ¿no? Ya lo dijo Borges, son incorregibles."