Inauguró los pasados días en la Biblioteca Nacional una muestra que refleja “el vínculo entre las distintas vertientes intelectuales argentinas con el proceso revolucionario cubano, desde su génesis hasta el Caso Padilla (1971), cuando muchos escritores restaron su apoyo y otros reconfiguraron sus lazos”. Palabras oficiales de una institución que, con motivo del 60 aniversario del triunfo “de los barbudos”, rastreó en su riquísimo acervo ¡cantidad! de documentos únicos y montó La experiencia cubana: Intelectuales argentinos en la Revolución, tal es el nombre de la enjundiosa exposición. Una muestra que “intenta dar cuenta de buena parte de las tendencias, las vertientes del campo intelectual que se relacionaron con Cuba, y cómo se produjo un corpus textual muy variado, que va desde el cuento hasta el ensayo, desde la poesía hasta el artículo periodístico”, según Federico Boido, coordinador de la exposición. Explica además que, por cuestiones de espacio, “abordamos centralmente las figuras de Alicia Eguren y John William Cooke, y con ellos, el origen del pensamiento del peronismo de izquierda.  Y ya luego, el partido Comunista a través de las figuras de Alfredo Varela y Fernando Nadra”. De Eguren y Cooke, que viajaron a Cuba en el 60, se exhiben –por ejemplo– los carnets de afiliación a las milicias revolucionarias; el testamento (a mano alzada) que él escribe antes de ir a Playa Girón; cartas que Alicia envía a su hijo Benito, que crece en Buenos Aires mientras su madre está en Cuba, contándole lo que es la revolución... Del escritor comunista Alfredo Varela, se expone un cuaderno personal, parte de lo que luego sería el libro Cuba con toda la barba o artículos para la revista Cuadernos de Cultura. “Trabajamos también el caso de Prensa Latina, agencia latinoamericana fundada por la revolución, dirigida en un comienzo por el argentino Jorge Ricardo Masetti, donde colaboraron periodistas de la talla de Rodolfo Walsh o Pajarito García Lupo”, agrega Boido, y suma que, para la ocasión, la biblioteca firmó un convenio con Casa de las Américas, institución cultural de La Habana, que cedió amablemente epístolas vinculadas a Cuba de Julio Cortázar, de Abelardo Castillo, de Liliana Heker; dictámenes del premio Casa de las Américas ganados por argentinos, por mencionar algunos tesoros que pueden verse hasta fines de septiembre en la sala María Elena Walsh.