Las tetas y el cáncer
No es color de rosa
“El 8 de abril me diagnosticaron cáncer de mama. El 8 de mayo después de someterme a una mastectomía me declararon curada”, así contó la actriz Dolores Fonzi que aquello por lo que estaba borrada del ojo público era un cáncer, la segunda causa de mortalidad femenina en nuestro país. El hashatg #CáncerDeMama estalló en las redes y como todo dispositivo de control sobre los cuerpos feminizados se empezó a emitir el mantra salvador: si te hacés los chequeos te salvás, descontando que todas tienen recursos, tiempo o que la palabra de la institución hegemónica es inapelable. Lo cierto es que hay miles de historias, elecciones, un sistema que presiona a seguir protocolos de curación muy largos y exigentes que no siempre consideran a las personas detrás de lxs pacientes y que, sobre todo, vuelve a poner la mirada sobre lo que la sociedad deja que las mujeres hagan con sus vidas y cómo éstas son narradas por la hipersexualización y la medicalización.
