Nick Kyrgios añadió este jueves un nuevo capítulo a su leyenda de bad boy del circuito de la ATP: tras haber sido sancionado con un juego de penalización en el tercer set de su partido contra el noruego Casper Ruud, en la segunda vuelta del Masters 1000 de Roma, lanzó lanzó su raqueta contra el suelo y una silla a la cancha, antes de agarrar sus cosas y abandonar el partido, tras darle la mano al árbitro, siendo automáticamente descalificado.

Tras su victoria frente al ruso Daniil Medvedev del pasado martes, el australiano había hecho de las suyas. En una entrevista concedida a un periodista estadounidense, se la agarró con Novak Djokovic. “Tiene una obsesión enfermiza con la necesidad de caer bien a la gente. Quiere ser Roger (Federer). Quiere ser amado de tal manera que no consigue soportar lo contrario. Es algo embarazoso”, dijo. “Poco importa el número de Grand Slam que gane, no será nunca el más grande para mí. Simplemente porque lo he enfrentado dos veces y, lo siento, si no me puedes derrotar, no eres el mejor de la historia”, añadió, sobre Djokovic.

También Nadal fue atacado por Kyrgios en esa declaraciones. “Cuando me gana, todo va bien, te dice que eres un rival difícil y que has jugado bien... Pero cuando yo le gano, se pone a decir que no me respeta, no respeta a los aficionados, no tiene ningún respeto por este deporte. ¿Pero de qué habla? ¡Yo jugaba así antes y nada ha cambiado!”, señaló.