El Ministerio de Transporte aprobó los pliegos de la licitación pública para la concesión por 35 años de la Estación Terminal de Ómnibus Retiro. La iniciativa contempla no solo la cesión para su explotación comercial por otro período sino también las obras de ampliación y reparación del lugar, que presenta un estado de abandono calamitoso. Luego de cuatro años en los cuáles no hizo nada, el ministro Guillermo Dietrich, prometió ahora que las obras comenzarán a fin de año y se invertirán 1000 millones de pesos. 

La terminal de Retiro está concesionada desde septiembre de 1993 cuando fue adjudicada al oferente Hugo Bunge Guerrico - Teba Unión Transitoria de Empresas. El contrato era por 12 años y en mayo de 2006 se prorrogó la concesión por otros 10 años. Una vez cumplido el plazo, en septiembre de 2015 la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner convocó a una nueva licitación. El gobierno de Mauricio Macri recién aprobó los pliegos el 20 de julio de 2017 a través de la resolución 531 del Ministerio de Transporte. Sin embargo, en diciembre del año pasado se dejó sin efecto esa resolución y se abrió una nueva etapa de observaciones y sugerencias para redactar un nuevo pliego. Ese nuevo pliego se publicó hoy en el Boletín Oficial a través de la resolución 293/19. Mientras tanto, extendió la vigencia del contrato previo, pese a los reiterados incumplimientos. 

Luego de casi cuatro años de desidia, Dietrich propone ahora que a fin de año, cuando el gobierno que integra ya haya terminado su mandato, se avanzará supuestamente con un proyecto de modernización que incluye nuevas boleterías y accesos, baños y servicios para los pasajeros; junto al reemplazo o reparación de todas las escaleras mecánicas y ascensores. Además, afirman que se prevé la instalación de locales comerciales y alojamientos hoteleros, y la apertura de una nueva calle de acceso al Barrio 31, lindera a la terminal que ocupa una superficie de 12 hectáreas.

Desde el gobierno afirmaron también que la reestructuración de Retiro está relacionada con las obras del Paseo del Bajo, que se van a inaugurar este año, la reconfiguración de las estaciones cabeceras de los ferrocarriles Belgrano Norte, Mitre y San Martín, y la extensión hasta Retiro de la línea E del subte. La modernización que emprenderán contrasta con lo hecho en estos cuatro años durante los cuales la terminal de Retiro se convirtió en tierra de nadie, con instalaciones abandonadas y reiterados problemas de inseguridad.