El Gobierno eligió el día del paro general para autorizar un nuevo aumento a las empresas de medicina prepaga. La resolución de la Secretaría de Salud publicada en el Boletín Oficial establece incrementos del 17,5 por ciento a aplicar en tres tramos no acumulativos. Será en los meses de julio (5,5 por ciento), agosto (6 por ciento) y septiembre (6 por ciento). Si a eso se agregan las subas ya efectivizadas en febrero (del 5 por ciento) y mayo (del 7,5), el ajuste del servicio llegará en el año al 30 por ciento. Sin embargo, las compañías del sector han logrado bajo el gobierno de Mauricio Macri quedar mayormente a salvo de la inflación. Como las proyecciones de precios del mercado para 2019 ya se ubican en 40 por ciento, no hay que descartar que el Poder Ejecutivo habilite otros aumentos en caso de que la inflación efectivamente rebase el 30 por ciento de alza tarifaria convalidada hasta el momento.

Las prepagas deberán informar a los usuarios los nuevos incrementos con una antelación no inferior a los 30 días corridos, contados a partir de la fecha en que la nueva cuota comenzará a regir, señala la resolución oficial. También justifica los aumentos en la “evaluación de costos” empresarios, por lo cual determina que “resulta razonable autorizar un aumento general complementario de aquel que fuera aprobado el 29 de marzo de 2019”. Ese comportamiento ha sido una constante bajo el gobierno de Cambiemos:

  •  En 2016 las empresas de este rubro obtuvieron autorización para aplicar cuatro aumentos por un total del 43,46 por ciento, contra una inflación del 40,9 por ciento en la Ciudad de Buenos Aires, según las estadísticas del gobierno porteño. El apagón estadístico del Indec de ese año impide la comparación con la inflación nacional.
  •  En 2017 las subas fueron cinco por un total del 31,31 por ciento, contra un alza de los precios minoristas medida por el Indec del 24,8 por ciento.
  •  En 2018 hubo cinco ajustes por un total de 40,8 por ciento. El año pasado la inflación quedó en 47,6 por ciento, por lo cual fue la única oportunidad en que las tarifas subieron menos que el IPC nacional con la administración actual.

Los constantes aumentos provocaron una caída en el número de afiliados a las prepagas en todo el país. De acuerdo a un estudio de la consultora Claves, en 2018 se dieron de baja 200 mil clientes a este servicio, lo cual arrojó un promedio de 22 renuncias por hora. La tendencia seguiría este año a pesar de los intentos de las empresas por contener a sus afiliados con planes promocionales y distintas ofertas temporarias. El presidente de la Asociación de Clínicas Privadas de la ciudad de Rosario, Rodrigo Sánchez Almeyda, aseguró que hay un corrimiento de pacientes de las prepagas a la atención pública. “Muchas veces los afiliados conservan la obra social o la prepaga pero al no tener dinero para pagar los copagos cada vez que tienen que usar el sistema, prefieren acceder al sector público porque tienen un centro de salud cerca y rápidamente pueden acceder a ese servicio gratuito”, explicó. El aumento del desempleo y la caída del salario son las razones principales del éxodo de afiliados de las prepagas, agregó.

Junto con las empresas prestadoras, el sector salud registra fuertes alzas también por los aumentos de los medicamentos. En los últimos doce meses, el Indec registra que el rubro Salud tuvo una suba del 58,7 por ciento, por arriba de la inflación general, del 55,8 por ciento, para el mismo período. Una investigación del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) determinó que en abril los 50 remedios más consumidos por la población se dispararon un 8,6 por ciento. Los diez más demandados, a su vez, treparon mucho más, un 16,4 por ciento, indicó el relevamiento. 

El listado de los medicamentos con mayores subas el mes pasado lo encabezó el Lotrial, con un ajuste del 23,5 por ciento (subió de 407 a 503 pesos), seguido por el Atlansil, para la arritmia, con un alza del 20,1 por ciento (de 639 a 768 pesos); el Rogastril, para el reflujo gástrico, que subió 19,0 por ciento (de 512 a 609 pesos); el Losacor D, para la presión arterial, que aumentó 16,6 por ciento (de 706 a 824 pesos), y el Sintrom, anticoagulante, que se encareció 15,7 por ciento (de 421 a 488 pesos). También figuran en ese ranking el Optamox Duo (de 471 a 545 pesos, un 15,7 por ciento), el Lanzopral (de 795 a 911 pesos, un 14,6 por ciento), el Taural 300 (de 501 a 569 pesos, un 13,5 por ciento), el Lotrial D (de 345 a 388 pesos, un 12,5 por ciento) y el Corbis (de 415 a 467, un 12,4 por ciento).