Roberto Lavagna ratificó ayer su candidatura presidencial por Consenso 19 en un acto que organizó la Mesa Gremial que lo acompaña. El encuentro sirvió para alejar, de manera definitiva, su relación con el peronismo federal. “Hemos sido blanco de toda clase de operaciones para que Consenso 19 no sea una alternativa en las próximas elecciones. De ambos lados de la grieta defienden la trampa”, sostuvo Lavagna al abrir su discurso en la inauguración de local, donde la mayoría del periodismo (incluidos camarógrafos y fotógrafos) tuvo que seguir el acto desde la calle, detrás de los blindex ploteados con imágenes de Lavagna y sus consignas de campaña. Adentro, en primera fila estaban el gastronómico Luis Barrionuevo (uno de los mas fieles y firmes armadores de su candidatura), los también sindicalistas Omar Maturano (La Fraternidad) y Hugo Benítez (62 Organizaciones), referentes políticos como Hilda “Chiche” Duhalde, el constitucionalista radical Jorge Vanossi, el ex recaudador bonaerense de Arba, Santiago Montoya y el ex funcionario menemista y dirigente de la Ucedé, Jorge Pereyra de Olazábal. 

En la céntrica esquina de Cerrito y Paraguay, grupos identificados con los gremios gastronómico y textil, junto a otros llegados desde el conurbano bonaerense seguían el discurso de Lavagna al ritmo de la “Marcha Peronista” que hacía sonar una banda de vientos y bombos pero que nadie cantó. No estuvieron –al amenos ayer– sus aliados del radicalismo, el socialismo y el GEN. 

El candidato presidencial siguió la línea argumental de los oradores que lo precedieron (el periodista Carlos Campolongo, Benítez y un trío de jóvenes) y que pasó a ser el latiguillo de la campaña como oferta electoral: “Terminar con la grieta”. “Hay que despolarizar, terminar con la grieta que tiene dividida a la sociedad y en conflicto permanente. Porque si no la política se convierte en acrobacia. Por eso quiero resaltar la coherencia. Desde el primer día nosotros dijimos ‘ni con Macri ni con Cristina’”, lanzó Lavagna para recoger la ovación de sus seguidores.

Antes los había definido como “los defensores de la trampa”: “El fracaso del pasado y el fracaso del presente. Lo peor o lo malo, póngalo en el orden que quieran”, incentivó Lavagna. “Somos firmes adversarios de quienes se creen dueños de la verdad”, remarcó el candidato.

Luego dio paso a sus propuestas que las sintetizó en tres objetivos básicos: “Fortalecer la democracia; poner en marcha la economía; y la estimulación temprana, la nutrición infantil y la educación”. Comenzó por desarrollar el último de los ejes. Se refirió al 45 por ciento de los niños y jóvenes de hasta 35 años que tienen distintos tipos de carencias, hasta “la más dramática, que es el hambre”. Por eso propuso “más comida, salud para niños y jóvenes” en los años de su “formación para la producción”. A lo que le sumó una “educación nacional” y similar en el todo el país.

Habló de poner “en marcha la economía”, se refirió a “los 8 años de estancamiento: 4 de gobierno populista, de distribución y consumo. Otros 4 de conservadurismo, con el único interés de la renta de carácter financiero. Pero los dos eliminan el trabajo y la producción”.

Luego agregó sin mencionar al gobierno de Cambiemos que “la lluvia de dólares fue el revés” con la “fuga de divisas”. Llamó entonces a reforzar la democracia republicana “para terminar con esa tendencia de un sector minoritario que gana una elección por el 30, 35 por ciento y se queda con los organismos más importantes del Estado como el Consejo de la Magistratura, la Corte Suprema y hasta el Congreso”. Con lo que llamó a fortalecer la sociedad civil” con instituciones como su proyecto de crear un “consejo económico y social”.

Sobre el final sumó otro punto mas a sus propuestas: “El cuidado del medio ambiente”. En ese sentido, Lavagna citó al papa Francisco cuando sostuvo la necesidad “del cuidado de la casa de todos, que es el planeta”. Eso sí, advirtió que es una tarea de los jóvenes que lo asumen con más compromiso.

Los organizadores improvisaron en el cierre una tumultuosa y de­sordenada conferencia de prensa para todo el periodismo que siguió sus palabras desde la calle. En los parlantes sonaba a todo volumen “Avanti Morocha” de los Caballeros de la Quema, cuando apareció Lavagna. “No me meto en lo que hacen otros espacios políticos. No es cosa mía. Que hagan lo que quieran”, respondió cuando le preguntaron por las declaraciones de su ex aliado Miguel Pichetto que lo acusó de “vaciar al peronismo federal”.

De cerca escuchaban hombres cercanos a Ricardo Alfonsín y al socialismo bonaerense, que afirmaban que la rama política de la candidatura de Lavagna quería “un lanzamiento más formal” y dijeron que habrá tiempo para otra presentación en el algún teatro para mostrar el arco político que lo acompaña.