Rafael Nadal confirmó su reinado en Roland Garros conquistando un histórico duodécimo título en París tras una final en la que se impuso en cuatro sets al austríaco Dominic Thiem, al que derrotó por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1. “Hace  poco no sabía si podría estar compitiendo aquí. Este trofeo significa muchísimo para mí”, afirmó el español, en alusión a sus repetidas lesiones, tras recibir el trofeo de manos del mítico Rod Laver.

Los números de Nadal impresionan: es su título número 82 y el decimoctavo en un Grand Slam, por lo que tiene ya muy cerca el record de 20 grandes de Roger Federer. Nadie había logrado ganar doce títulos en un mismo Grand Slam, una nueva hazaña que se suma al historial del español, que este domingo dejó atrás la igualdad a once que tenía con la legendaria Margaret Court, que había logrado esa cantidad en el Abierto de Australia, su país.

En el palmarés de Roland Garros, Nadal dobla ya al segundo que más veces ha sido campeón en el torneo masculino en la era Open, el sueco Björn Borg, que levantó el trofeo en seis ocasiones. En los primeros años del torneo, el francés Max Decugis llegó a ganar ocho, entre 1903 y 1914. El número dos del mundo no ganaba un torneo del Grand Slam desde su undécimo Roland Garros, hace un año. En el Abierto de Australia fue subcampeón en enero, superado claramente en la final por Novak Djokovic.

Después de un problema en la rodilla derecha en marzo en Indian Wells, el español había afrontado con grandes dudas la temporada europea sobre polvo de ladrillo. Las alarmas se dispararon cuando encadenó tres derrotas en las semifinales de tres torneos seguidos (Montecarlo, Barcelona, Madrid), en la ciudad catalana precisamente contra Thiem, pero el título en Roma le permitió estrenar su palmarés de este 2019 y viajar a París con la confianza necesaria para afrontar el reto.

En la final de ayer, Thiem fue el primero en conseguir un break, para ponerse 3-2 arriba, pero Nadal reaccionó, ganó cuatro juegos seguidos y se llevó la primera manga por 6-3. En la segunda, los dos mantuvieron una guerra de nervios, ganando los juegos con su saque, hasta que Thiem consiguió el único quiebre, en el duodécimo juego, para llevarse el parcial por 7-5.

En el tercer set, la reacción de Nadal fue de orgullo herido, convirtiéndose en el huracán que había arrasado a Kei Nishikori en cuartos y a Roger Federer en semifinales. Dos quiebres del saque de Thiem le permitieron colocarse rápidamente 4-0. El austríaco cortó la hemorragia con su primer juego, pero Nadal cerró el set con dos juegos seguidos y un nuevo quiebre, para el 6-1. La fiera había despertado y el cuarto set fue el del zarpazo definitivo. De nuevo empezó quebrando el servicio del austríaco, se distanció 3-0 en el marcador. Thiem sumó un juego y ya todos los demás fueron para Nadal, que terminó con otro 6-1.