La fragilidad de la economía nacional es el tema casi exclusivo de la agenda pública camino a las elecciones legislativas del próximo domingo. Los esfuerzos del gobierno por robustecerla incluyeron hasta un salvataje del Tesoro norteamericano no demasiado exitoso, una intromisión que algunos especialistas comparan con la participación de Estados Unidos en la Guerra de Vietnam.
"Antes de las elecciones, Argentina siempre tiene un proceso de dolarización, ese proceso es relativamente fuerte porque en cada elección siempre se somete a escrutinio el rumbo económico", señaló el economista de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) Fabián Amico en diálogo con la 750.
Generalmente, por este tipo de movimientos pre electorales se le adjudica a la economía argentina una característica de "anormalidad", una excepcionalidad que no ocurre en otros países del mundo donde puede haber procesos de dolarización o movimientos económicos pero de menor impacto, que no significan un riesgo para las finanzas del país.
"Eso tiene que ver con que hay un rumbo más ortodoxo en la economía que no está en discusión prácticamente, salvo algún elemento secundario de ese modelo", continuó Amico. "Acá ocurre porque lo que está en disputa es el rumbo económico y el rumbo político económico", agregó.
Sin embargo, esta vez el salvataje puede que no sea suficiente. De hecho, el dinero que desembolsó el Tesoro de Estados Unidos tampoco aseguró estabilidad en el dólar. En ese sentido, el diagnóstico del economista de la UMET es contundente. "El problema es que la sustentabilidad política, que es lo que los estadounidenses habían apostado con esta asistencia, se va a poner en duda", analizó en En el ojo de la tormenta.
Y continuó: "Estamos en una economía que va a entrar en recesión, destruir empleo, que tiene salarios estancados en niveles muy bajos y que para adelante, probablemente, tenga como perspectiva una devaluación más importante del tipo de cambio, más inflación y más recesión. Digamos que pasaste las elecciones para sufrir el costo después".
El plan poselectoral tiene dos aristas. Por un lado, una inserción financiera de emergencia para la Argentina auspiciada por Estados Unidos, de manera tal que el gobierno argentino pueda refinanciar deuda y patear los vencimientos hacia adelante, algo que le daría aire en un escenario de fragilidad, porque incluso el salvataje del Tesoro no es sustentable en el tiempo.
La otra pata es la refoma laboral, que también estuvo en boca de Javier Milei en los últimos meses y que también exige el Fondo Monetario Internacional. "Creo que va a ser difícil, son reformas muy regresivas, particularmente la reforma laboral, en un contexto donde los salarios están en un nivel histórico muy deprimido. Se ha demostrado estadísticamente a nivel internacional que las reformas laborales no generan empleo, generan cambios en la distribución del ingreso a favor de las empresas, nada más", concluyó.


