"Intentaron meter presa a Cristina, no pudieron hacerlo. Pero Lula está preso, el ex presidente Rafael Correa está exiliado y el ex vicepresidente de Ecuador Jorge Glas está detenido", enumeró el ex secretario de la AFI, Oscar Parrilli, al comparar el mecanismo orquestado entre el Poder Judicial, los medios de comunicación y sectores del poder político que quedó expuesto en Brasil por la filtración de las conversaciones entre el ex juez y actual ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, y el fiscal Deltan Dallagnol , quienes direccionaron la causa Lava Jato para conseguir la detención del líder del PT.

"Esta filtración confirma lo que venimos diciendo desde hace mucho tiempo. Hay un plan orquestado de persecución a los líderes de América Latina. Confirma lo que, hace poco más de dos años, el ex presidente Correa calificó como el Plan Cóndor 2", sostuvo Parrilli y señaló: "el plan cuenta con la anuencia y el asesoramiento del Departamento de Estado de los Estados Unidos".

En ese sentido, el ex jefe de la Agencia Federal de Inteligencia resaltó que "las leyes o procedimiento con los que el plan se lleva adelante en cada uno de los países son los mismos: ley de arrepentido, delación premiada, extinción de dominio". Agregó: "No importa la justicia, no importa si hay pruebas o no de algún delito, sino que, como en los años 70 se utilizaban los golpes militares para acallar a los gobiernos populares, ahora se utiliza al Poder Judicial, los medios de comunicación y sectores del Gobierno", señaló en una entrevista en El Destape Radio.

Parrilli consideró que los fallos judiciales en contra de los ex dirigentes de los gobiernos progresistas "adolecen de argumentos jurídicos y pruebas, son eminentemente políticos". "Se han pasado por arriba todos los principios del derecho como el debido proceso, la defensa en juicio, las pruebas", apuntó el ex funcionario.

A la luz de las filtraciones del caso de Brasil y a meses de las elecciones generales en la Argentina, Parrilli confió en que el plan de persecución sobre los ex presidentes latinoamericanos "está llegando a su fin".

"Hay una conciencia colectiva en crecimiento de que el plan sirvió para llevar adelante políticas económicas en contra de los intereses populares", se esperanzó.