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Por Raúl Dellatorre
En los próximos treinta días puede quedar definido, en buena medida, el panorama del mercado de la TV por cable y su relación con el negocio de las telecomunicaciones del año 2000. Dos grandes megaoperadores, Multicanal (Grupo Clarín) y Supercanal (Grupo Uno-familia Vila), buscarán cerrar acuerdo, por separado, con socios estratégicos internacionales, para estar en condiciones de presentar batalla frente al Grupo CEI-Telefónica. Pero por otro lado, simultáneamente, la Secretaría de Comunicaciones deberá establecer las reglas para el acceso de los nuevos licenciatarios de la telefonía pública a partir de noviembre de 1999 a la red que hoy manejan Telefónica y Telecom. Es sólo el primer tiempo del partido, pero algunos podrán llegar al descanso más aliviados que otros.
La crisis financiera obligó a los tres grandes competidores a revisar sus planes. En base a audaces endeudamientos, los tres grupos habían desarrollado agresivas políticas de compras de sistemas de cables, que en la práctica barrió del mercado a una cifra de 500 a 800 operadores, según distintas fuentes, en un período de cinco años. Pero este año el CEI debió revisar su política de emisión de obligaciones negociables, y su MSO (multisystem operator), Cablevisión, debió cubrir el bache de vencimientos imposibles de cumplir con un aporte irrevocable de capital de sus accionistas por 400 millones de dólares.
Multicanal también se vio obligada a reestructurar sus vencimientos de deuda a corto plazo, pero mantuvo en firme sus planes de inversión para el trienio 1998-2000, en los que sumará 190 millones de dólares. Pese a los obstáculos, puso en marcha un emprendimiento clave para su desarrollo futuro: la instalación subterránea de una red de banda ancha de 750 Mhz y bidireccional, que le brindará al usuario la capacidad de recibir y transmitir voz y video. Es el primer paso hacia la convergencia de las distintas formas de comunicación (telefónica, datos, imagen) en un solo ducto.
El Grupo Uno, de Mendoza, ocupa un lugar más humilde en el espectro, pero sus competidores le reconocen una potencialidad que lo ubica entre los que disputarán el negocio. Daniel Vila, su titular, anticipó a Cash que la empresa peleará por una licencia en telefonía pública cuando la Secretaría de Comunicaciones llame a licitación para el ingreso de tres nuevos competidores, además de los cuatro que podrán operar desde noviembre del año próximo. Supercanal también atravesó por un período de reestructuración financiera tras su raid comprador y posterior reacomodamiento, luego de un reparto de áreas con Multicanal.
Eran los tiempos -principios de 1998- en los que todo parecía indicar que habría una convergencia entre el Grupo Clarín y el holding mendocino. Pero éste fue un año de desencuentros. Un alto directivo de Clarín aseguró a este suplemento que el grupo se está replanteando la lógica de su asociación con Supercanal, del que Multicanal participa con un 20 por ciento del capital. Antes, había descripto las diferencias de criterio entre ambos grupos que frustraron la alianza para el negocio de las telecomunicaciones. La participación de José Luis Manzano -representante de la empresa de los herederos de Mas Canosa, Mastec, tercer accionista de Supercanal- en las conversaciones con Clarín habría aportado más a un alejamiento que a la posibilidad de una sociedad.
Mientras toma distancia del Grupo Uno, Multicanal sigue con atención los pasos de Germán Kammerath, secretario de Comunicaciones. En los próximos días iniciará las negociaciones para trazar las reglas de juego para el ingreso de los nuevos operadores de telefonía básica. Entre los aspectos a resolver, se cuentan: las condiciones de acceso e interconexión a la red que operan Telefónica y Telecom, el costo de utilización de la infraestructura que es de uso común, el mecanismo de presuscripción de abonados a las nuevas compañías y qué áreas estarán obligadas a atender, en una primera etapa, los nuevos operadores: Movicom y CTI-Multicanal. La competencia masiva (prestando el servicio en todo el país) desde el arranque no es posible, advierten desde Clarín. Pero todavía no hay nada escrito, y cuando lo esté empezarán a definirse algunos tantos a favor de unos (los que ya están en telefonía) o de otros (los nuevos). Las definiciones son inminentes y Kammerath, es seguro, estará sometido a fuertes presiones cruzadas.
Las diferencias de escenario, de acuerdo a cómo se resuelvan estas cuestiones, es tan grande que seguramente las empresas extranjeras interesadas en ingresar al negocio preferirán esperar a que aclare. Tanto Multicanal como el Grupo Uno confían en festejar la Navidad ya con un nuevo socio para hacerle llegar regalos. Y para ello vienen apurando los contactos y avanzando en las negociaciones, a veces hasta con tres candidatos a la vez.
Si se da crédito a las versiones que indican que el Grupo Cisneros ya estaría actuando como asesor de estrategia del CEI (a través de su vínculo con el fondo Hicks Muse), quedaría descartado como potencial socio para los dos MSO en busca de pareja. Time Warner, el gigante multimedios de Ted Turner, varias veces sonó como futuro socio de unos (Clarín) y otros (CEI). Hoy su nombre vuelve a sonar fuerte, más aún a partir de su vinculación con la megafusión que armaron AT&T y Tele Communications International (TCI) para la explotación del cable y la telefonía, en conjunto, en Estados Unidos.
Los propios directivos de Clarín se preocupan en aclarar que TCI Estados Unidos no tiene vinculación alguna con Cablevisión, del que es accionista su homónima, surgida de un desprendimiento de aquella para operaciones internacionales. Como para dejar en claro que la megafusión AT&T-TCI-Time Warner sigue teniendo las manos libres para elegir, como socio local, a Multicanal y al grupo que comanda Héctor Magnetto.
Nadie transmite cable y telefonos juntos
 Emilio Rodiño, gerente general de Cablevisión, cree que es posible un desarrollo autónomo del negocio del cable. En diálogo con Cash, planteó las restricciones que existen para la transmisión simultánea de telefonía básica y TV por cable. Nadie se va a tirar a la pileta a ver si anda, aseguró.
-¿Hasta dónde llega el interés de los grandes grupos por absorber pequeños operadores de cables?
-Las compras se han parado por la crisis financiera. No tanto porque haya afectado a las empresas locales -gracias a Dios, Argentina no recibió un gran impacto-, sino por el efecto sobre las expectativas y cómo se plantea cada grupo seguir bajo este fenómeno mundial. Las compras y fusiones de empresas es un hecho habitual en el mundo. Hoy estamos en un valle, una paralización de las adquisiciones, con tres MSO (operadores multisistemas) bien posicionados.
-¿Desaparecerá definitivamente del escenario el operador independiente?
-Todavía quedan 400 operadores independientes, de 900 que existían en su momento. Son los que atienden, fundamentalmente, localidades chicas. Para el gran operador, no tiene sentido llegar a ellas.
-¿Les preocupa la relación entre los grupos Clarín y Vila, que han formado una empresa común, Sinergy, con vistas a desarrollar negocios conjuntos?
-No comment. Nosotros desarrollamos un concepto de sinergia con las empresas del grupo, de la cual podemos tomar ventajas competitivas y un costo más barato en la programación.
-¿Qué relación tienen con el grupo Cisneros?
 -Son proveedores nuestros de programación (a través de Imagen Satelital). Ellos están en DirecTV, en televisión satelital, junto a Clarín. Supongo que están, como otros, expectantes de toda oportunidad que se presente. El desarrollo de la televisión por cable en Argentina es muy violento. Es un mercado con un peso relativo muy significativo en Latinoamérica. Es el tercer país en importancia en el mundo por penetración, medida por la cantidad de hogares pasados (alcanzados por la red de cable). Son más del 70 por ciento en Capital y el 50 por ciento en todo el país. En esa medida, sólo nos superan Estados Unidos y Canadá. Como lugar de proyección, es muy interesante, sobre todo para la producción de programas (contenidos), que es a lo que apunta el grupo Cisneros. Calcule que ya son 5 millones de suscriptores al cable, lo que representa una facturación de 1800 millones de pesos al año.
-¿Qué significó para el grupo el ingreso de Hicks, Muse, Tate & Furst?
-En el gerenciamiento de las empresas, no hay cambios. Es un grupo inversor, con el antecedente de haber hecha una muy buena operación con Mandeville (sistema de cable que compró, vendió y volvió a recuperar ahora al ingresar al CEI). Diría que es un grupo inversor típico. Y definitivamente, están proyectados a expandirse en Latinoamérica.
-¿El negocio del cable va a quedar subordinado a cómo se distribuya el mercado de las telecomunicaciones?
-Los grupos empresarios que tienen la propiedad de los sistemas (CEI, Clarín, Vila) pueden estar mirando la combinación de ambos negocios, por las sinergias (ahorro recíproco de costos y ganancias asociadas) que produce. Pero para los operadores de cable no es tan sencillo. Nadie en el mundo está operando, en volumen importante, la telefonía y la TV por cable en forma conjunta. Hay restricciones tecnológicas y de costos que nadie se va a tirar a la pileta para ver si anda.
-¿La TV por cable tiene por delante un desarrollo por sí mismo, o ya llegó a un techo?
-Veo un desarrollo muy dinámico de la TV por cable que va más allá del servicio básico. Durante el primer semestre del año próximo seguramente yava a estar en el mercado la tecnología de los canales premium y el sistema pay per view para eventos especiales. Esto va a requerir una inversión importante en el reemplazo de los aparatos decodificadores. La expansión, sin duda, va a ser hacia un mercado más selectivo que el público masivo del servicio básico, que seguirá recibiendo 65 señales.
Vamos por una licencia de telefonia
Vienen creciendo desde el interior, y ya están instalados como el tercer gran operador de cable del país. Daniel y Alfredo Vila, presidente y vice del Grupo Uno (Supercanal) adelantaron a Cash los ejes de su estrategia para pelear el negocio al CEI y a Clarín, sin descartar una alianza con este último. Su próxima meta: obtener una licencia de telefonía fija.
-¿El mercado del cable podrá seguir un desarrollo independiente, o inevitablemente va a estar vinculado a las telecomunicaciones?
-Hay dos visiones en el negocio: Telefónica está entre los que creen en la convergencia. Telecom está entre los que no creen. Nosotros sí creemos que habrá sinergismos y una gran convergencia entre ambos mercados. Vamos a presentarnos para una licencia en telefonía básica. Estamos explorando la posibilidad de hacerlo con un socio estratégico. Tenemos la experiencia de participar en España en la explotación conjunta de la TV por cable y la telefonía, en un consorcio junto a Endesa, Unión Fenosa, Stet y varias Cajas regionales. Somos operadores de TV por cable junto a Retevisión.
-¿Cuántas empresas podrán quedar en el mercado del cable?
-Todas las que tengan tamaño suficiente. Hoy hay tres grandes operadores, los tres en condiciones de seguir operando. El cuarto podría ser Telecentro (de Alberto Pierri), que por volumen (100 mil abonados) y la zona estratégica en la que opera (Gran Buenos Aires) podría ser el cuarto MSO. Otro megaoperador múltiple potencial, pero que se quedó en eso, fue Cable Comahue, que pertenece a Telecom Argentina asociada a la familia Rajneri (diario Río Negro).
-¿Cuál es la importancia, para los operadores de cable, de conseguir un socio inversor?
-Por el tamaño de las inversiones que se vienen para converger con las telecomunicaciones, hace falta un socio estratégico. Nuestra elección del socio dependerá de las oportunidades que se den. Lo más factible es que sea un socio internacional. El grupo CEI ya incorporó a Hicks Muse. Multicanal y Supercanal están en un proceso de búsqueda similar.
-¿El proyecto que armaron con el Grupo Clarín este año para desarrollar negocios conjuntos, Sinergy, avanzó?
-Estaba pensado para explorar la posibilidad de negocios conjuntos en telecomunicaciones. No se avanzó mucho. Hubo varios motivos, en parte por diferencias entre ambos grupos y además porque 1998 fue un año muy complejo. Hubo necesidad de reorganizar el gerenciamiento de empresas por nuevas adquisiciones y, además, de refinanciar deudas en un nuevo contexto mundial. Pero el proyecto está vigente. Podría darse incluso que el socio estratégico fuera el mismo para ambos grupos. Eso aceleraría el proceso de convergencia.
-¿En qué situación quedaron tras el obligado proceso de reestructuración empresaria y financiera?
-La consolidación es muy dura en el arranque, más en un territorio tan extendido como el nuestro (opera en 14 provincias). En lo operativo, el proceso está bastante avanzado. La obra gruesa está hecha, falta la terminación fina. En lo financiero, es más duro. Hubo que cambiar los planes, acorde a la situación internacional. Pensábamos salir a fines del 97 con una oferta pública de acciones en Estados Unidos, pero tuvimos que dar marcha atrás por la competencia que se daba en Argentina en la compra de sistemas. En abril, lanzamos un bono de deuda en el mercado americano. Inicialmente, sobre una demanda de 250 millones de dólares, recibimos ofertas por 900 millones. Así que decidimos extenderlo a 300 millones. Es un bono a siete años, del que la semana pasada hemos cancelado, en término, el primer vencimiento de intereses por 17,3 millones. Además, tenemos créditos con bancos por 150 millones de dólares estructurados a dos años.
Tendremos nuevo socio antes de fin de año
Multicanal es el único entre los actuales megaoperadores de TV por cable que ya definió su participación en el negocio telefónico. Asociado a CTI Móvil (del mismo Grupo Clarín), GTE de Estados Unidos y varias cooperativas telefónicas del interior, accederá a una de las dos licencias adicionales que la Secretaría de Comunicaciones habilitará para prestar el servicio de telefonía básica a partir de noviembre de 1999.
El modelo para la tercera y cuarta licencia todavía no se conoce; vamos a iniciar las negociaciones con el gobierno y esperamos definirlas, en todos los aspectos, en los próximos 30 días, expresó a Cash una alta fuente de la conducción del Grupo Clarín, que solicitó reserva de su nombre.
-¿Cuál será el rol de la industria del cable en la telefonía?
-La evolución tecnológica va por delante de la reglamentación. Hay cambios permanentes: la televisión de aire (canales abiertos) está pasando al cable, y la telefonía del cable (fija) va hacia el aire (celulares). Hoy existen soluciones para que distintos impulsos lumínicos puedan transmitirse por un mismo cable (voz y video). No hay experiencia en operación comercial masiva, pero en Inglaterra existen casos. En Estados Unidos no avanzó, más que nada, por restricciones regulatorias y por la disputa entre la telefonía local y la de larga distancia. Pero seguramente los primeros en largarse a la aventura serán las fusionadas AT&T-TCI, emprendimiento del que también participará Time Warner (de Ted Turner).
-¿Cómo imaginan la convergencia entre ambos negocios?
-En dos niveles. En los servicios, una misma compañía va a ofrecer la TV por cable, telefonía fija y celular, servicio de larga distancia e Internet. Además, atención unificada al cliente y promociones: turismo, banca, tarjetas de crédito, por ejemplo. El otro nivel de convergencia esta en el hard: compartir la red de transmisión, el mismo hilo, entre servicios que hoy llegan por diferentes tendidos. Para que funcione esta convergencia, es muy importante la opinión del consumidor, si es que está dispuesto a recibir en una sola factura los servicios que hoy puede recibir en cinco. Habrá que pensarlo muy bien comercialmente.
-¿Por qué iniciaron la búsqueda de un socio estratégico para Multicanal?
-En un primer momento, tuvo a Telefónica y al CEI como socios. Cuando se retiraron, el Grupo Clarín quedó con el 100 por ciento. Estamos buscando quién los reemplace, con quién compartir riesgos. Se le otorgó un mandato a Morgan Stanley y BankBoston para que seleccione un número de empresas que se interesen en hacer oferta por el 30 al 45 por ciento de Multicanal.
-¿Ya están definidos los candidatos?
-Hemos mantenido muchas conversaciones. Es un proceso complejo, se busca una comunión de ideas en cuanto al futuro y al desarrollo, y se plantean distintos escenarios posibles. La búsqueda fue hasta ahora exitosa, a juzgar por el interés que despertó en empresas de renombre, nacionales e internacionales. Esperamos poder concretar la operación antes de fin de año.
-¿La relación comercial que ya tienen con Cisneros lo posiciona con ventaja en esta carrera?
-Con el grupo Cisneros tenemos negocios particulares. Somos socios en DirecTV (televisión satelital). En otros rubros, somos competidores, como producción de contenidos. Pero es una relación que no obliga a tener otras. Comparte un fondo con Hicks Muse para invertir en telecomunicaciones y medios en Latinoamérica. También se dice que es asesor de estrategia del CEI.
-¿Cómo puede incidir la megaalianza entre AT&T-TCI y Time Warner en el mercado argentino?
-Afecta a todo el mercado mundial de telecomunicaciones. Tome en cuenta que encargó la compra de 900 millones de dólares en equipamientoelectrónico para la convergencia de redes. Si ellos tienen éxito en la convergencia, los costos van a bajar enormemente.
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