Todos los que siguieron la transmisión de los Grammy se quedaron con la espina clavada: al fin y al cabo, ¿quién era ese extraño tipejo que le copó el escenario a Bob Dylan, bailoteando de manera robótica y con la curiosa leyenda “Soy bomb” pintada en el pecho? Pues bien, el No tiene la papa. El invasor se llama Michael Portnoy, tiene 26 años y se define como “un artista multigenérico”. En realidad, había sido contratado por la producción como extra, para tirarle buena onda a Dylan desde la primera fila. Sin embargo, y tal como explicó Portnoy al diario estadounidense The New York Post, su decisión de subirse al escenario fue “un acto de revolución pura... mi camino hacia el superestrellato”. En cuanto a las palabras pintadas con spray -al más puro estilo Charly García-, el muchacho explicó que “Soy representa una densa vida nutricional. Bomb, obviamente, es una fuerza explosiva y destructiva. Con lo que Soy bomb es lo que pienso que debe ser el arte: denso y explosivo”. Si bien los organizadores del Grammy decidieron no presentar cargos ante la policía, las declaraciones del amiguito de Dylan bien podrían valerle una temporada en un centro de rehabilitación de algo. De adicción a la soja, por ejemplo.

DEMOS
GAY Una banda pop que en las guitarras y el clima recuerda a Soda Stereo, pero con un cantante influenciado por Federico Moura. Guitarras rítmicas algo distorsionadas y cierto aire dark y new wave de la primera hora, es decir, de principios de los ‘80, cerca de The Cure y Echo & The Bunnymenn. El casete tiene tres temas: “Mutación”, “A la hora clave” y “Rey del lago”. Están bien grabados, pero muy bajito. Las letras son bastante románticas y se escucha por ahí que “me argumentás/y todas tus excusas son iguales/no me extrañará que quieras camuflar/tu perversión”. Son Marcelo (voz), Diego (bajo y violoncelo, sí señores), Julius (guitarras y programación), 3M (guitarras) y Pato (batería). Se los encuentra en el 453-2308 (Marcelo) o en el 288-1251 (Diego).