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De nombre Blancanieves, de apellido Ferreyra. Invariablemente sentada en una silla, contempla el mundo y emite observaciones invariablemente corrosivas. Nadie podÃa hacer La mujer sentada mejor que Marilô Marini. Y lo demuestra de sobra en la puesta que arm Alfredo Arias sobre la legendaria tira de Copi, que por fin puede verse en la Argentina, m(SIGMA)s precisamente en la Sala Casacuberta del San MartÃn.
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