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EL PLAN DE GOBIERNO DE DE LA RUA PARA EL DEPORTE
Y que la pelota doble

En el gobierno de la Alianza, el área de Deportes quedará en manos de los radicales y Ricardo Nosiglia es quien tiene más posibilidades de ser el secretario del sector. De la Rúa no impulsará la transformación de los clubes en sociedades anónimas y enviará un paquete de leyes al Congreso para obtener recursos genuinos que mejoren el presupuesto.

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El presidente electo con la camiseta de boca
Por Carlos Stroker

t.gif (862 bytes)  Fernando De la Rúa deberá resolver en los próximos días quién será el responsable de la Secretaría de Deportes de la Nación, si es que sigue funcionando como tal, ya que entre sus proyectos no se descarta crear un nuevo Ministerio del Deporte. En las reuniones entre el radicalismo y el Frepaso que desembocaron en la formación de la Alianza, el área deportiva no ocupó demasiado tiempo. Recién en las semanas previas a la elección de ayer algunos hombres del Frepaso intentaron mostrarse y forzar el debate interno. En los planes de De la Rúa no figura la conversión de los clubes en sociedades anónimas, pero propondrá un paquete de leyes específicas para el sector, tratará de asegurar aportes privados para las actividades amateurs y, a largo plazo, no descarta insistir con la candidatura olímpica de Buenos Aires.Ricardo Nosiglia es el actual director de Deportes de la comuna porteñay principal candidato a ser secretario del área en el nuevo gobierno de la Alianza. Rodolfo O’Reilly, Santiago Leyden y Hugo Masci tienen posibilidades menores, y en una tercera línea está Raúl Gámez, presidente de Vélez, aunque en su caso el radicalismo lo prefiere como su “hombre” en la AFA, al lado del eterno Julio Grondona.No hay que ser adivino para saber que De la Rúa intentará una administración sin despilfarros y el área del deporte no estará ajena a esa política. Tampoco es nuevo que lo que no abunda es dinero y en ese marco buscará recursos genuinos y originales, aunque no sabe aún de qué modo instrumentarlo. El futuro presidente electo tiene buena relación con Nosiglia, quien estuvo durante 10 años al mando del área deportiva de la UBA y desde allí saltó a la secretaría de la ciudad, desde donde lanzó el programa “Buenos Aires en zapatillas”, del cual De la Rúa habló maravillas. Hace poco Nosiglia junto a Marcelo Tinelli logró arrebatarle a Adidas el Maratón de la Ciudad y aparece como el preferido del nuevo presidente. Sin embargo, algunos frepasistas están disconformes con la designación de Nosiglia. No le apuntan a su actual gestión en Buenos Aires, sino a la “portación de apellido”, ya que es hermano de Enrique, el Coti. Rodolfo O’Reilly fue el primer secretario de Deportes cuando Raúl Alfonsín asumió la presidencia en 1983. El ex Puma desea volver, pero tiene algunas contras dentro del propio partido. No es el único, ya que Santiago Leyden –ex presidente de Ferro en la época de gloria (los 80) del club de Caballito– es bien recordado por aquellos funcionarios que trataron con él cuando estuvo en la Subsecretaría de Deportes. Pero en ese tiempo fue el número 2 del secretario Osvaldo Otero, hoy prófugo de la Justicia e imputado por la administración y quiebra fraudulenta de Racing. Como a Nosiglia le bajan el pulgar los que sospechan por su parentesco con Coti, a Leyden le cargan el sambenito de haber sido el colaborador directo de Otero.También se escucha el nombre de Hugo Masci, ex presidente de Atlanta y actual titular del Club de Amigos. Masci tiene buena relación con Chacho Alvarez –suele jugar al fútbol en el Club de Amigos– y con Graciela Fernández Meijide –entusiasta tenista en Amigos–. Masci podría llegar a ocupar ese puesto o, en una negociación más amplia, ser miembro de alguno de los equipos de colaboradores de Alvarez.Nosiglia tiene un grupo de trabajo de unas 45 personas que el último año elaboró un plan con una serie de medidas para trasladar al Congreso y que, de aprobarse, aumentaría el presupuesto anual del área. Hugo Porta, que se despide del cargo, había solicitado 130 millones para el último ejercicio pero desde Economía sólo le giraron 25. Si Nosiglia es el que sucede a Porta, impulsará la Ley de Financiamiento del Deporte, que no es otra cosa que una mejora a la norma creada por el justicialista Daniel Scioli. La base es la recaudación producida de un porcentaje correspondiente a un nuevo sistema sobre apuestas en los partidos de fútbol, similar a la queexiste en Inglaterra. El equipo de Nosiglia calcula que el área obtendría 100 millones de dólares anuales.Otros puntos son la creación de las Competencias Intercolegiales –algo similar a los Juegos Bonaerenses del duhaldismo, aunque de alcance nacional– y lograr que el Ministerio de Educación incorpore como materia la Educación Física y Deportiva. Aún no está definido cómo se manejará el nuevo gobierno con el tema de las becas que hoy se les otorgan a los deportistas de elite y alto rendimiento. Aunque finalmente Nosiglia no reciba la bendición presidencial y el cargo sea para O’Reilly, Leyden o Masci, el presidente electo tiene decidido enviar ese paquete de leyes al Congreso. De la Rúa también proyecta cómo conseguir que las empresas vinculadas al deporte aporten dinero, sobre todo para el amateurismo o los deportes menos populares. De la Rúa ya se comprometió a no impulsar la privatización de los clubes. En una reunión realizada hace tres semanas en la confitería The Horse, en Libertador y Cerviño, el entonces candidato estuvo con Alfredo Davicce, Raúl Gámez y Alfredo Bravo, quien será el que “lleve” el deporte en el bloque de diputados, donde garantizó que no apoyará la transformación de los clubes. En esa reunión, De la Rúa pidió consejos y exigió ayuda para ver de qué forma se puede recaudar más dinero para el deporte amateur. De la Rúa desea que los dirigentes de los clubes de fútbol hablen con los empresarios vinculados al deporte y los “ablanden”.

 

Los hombres de la Alianza en la AFA
Por C.S.

Si bien es cierto que Julio Grondona lleva en su cuerpo sangre radical, también es cierto que en la Alianza no todos están conformes con su buena relación con el menemismo. No se pondrán en contra a Grondona, pero intentarán que haga algunas cosas. En el grupo de trabajo que llevó adelante los proyectos de ley que saldrán de la Secretaría de Deportes -ver nota central– surgió la idea de convocar a Grondona para que hable con los empresarios televisivos. Se sabe que al fútbol, la televisión le deja mucho dinero, y quieren que la televisión también aporte en el deporte amateur. Pero más allá de esa idea que aún no está plasmada claramente, la intención de la Alianza es tener gente fuerte en la AFA. Es por eso que Raúl Gámez podría seguir en Viamonte 1366 como hoy, secretario de selecciones o, si gana su hombre en las elecciones de Vélez, como el enviado del club a la entidad. También es factible que Alfredo Davicce ocupe el sillón que tiene River en la AFA y que hoy es del presidente del club, David Pintado, aunque también podría tenerlo el secretario general del club, José María Aguilar, un militante radical. También le propondrán a Emilio Chebel, de buena relación con el Frepaso de Lanús. La intención es tener presencia política en la AFA y equilibrar el poderío de Grondona.

El sueño olímpico nunca se desvanece
Por C.S.

Se sabe que Fernando de la Rúa mantiene una buena relación con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch. A tal punto que fue invitado por el español cuando se decidió la elección de los Juegos Olímpicos del 2004 en la que Buenos Aires fue postulante. La idea de insistir en la candidatura porteña para ser sede olímpica es un proyecto de De la Rúa pero mientras tanto en la Alianza –sobre todo en el radicalismo– se busca la forma de tener mayor presencia en el Comité Olímpico Argentino. Desde que se recuperó la democracia en 1983, las dos únicas instituciones que no cambiaron de presidente fueron la AFA –ver aparte– y el Comité Olímpico, que sigue liderado por el coronel Antonio Rodríguez, por eso creen que si llega a aparecer algún problema, sea el propio De la Rúa quien se encargue de hablar con Samaranch para resolverlo. Otra forma, difícil de instrumentar, es “controlar” al COA tejiendo alianzas políticas con los presidentes de las federaciones. Cuando De la Rúa fue consultado sosbre una eventual nueva candidatura porteña para ser sede olímpica, el entonces candidato aseguró que volvería intentarlo pero que también se necesitaban nuevas reglas en el COI. Propuso que el organismo definiera con antelación en qué continente se harían los JUegos para que participen sólo las ciudades de ese continente. Las razones son ecoómicas. Con criterio, De la Rúa piensa que si armar una candidatura lleva millones de dólares no se puede invertir sumas millonarias cada cuatro años sin tener siquiera la certeza de que la designación caería en la región.

 

 

Sin milagros
Por Daniel Lagares

 

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