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RUCKAUF DESIGNO A RICO, BORDON Y OTROS TRES MINISTROS
Los hombres del gobernador

El nombramiento de Rico busca cumplir las promesas de mano dura.
Bordón es elegido por su prestigio y relación con la Iglesia. La designación de dos intendentes apunta a formar un aparato territorial.

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Por Felipe Yapur

t.gif (862 bytes)  Un ex candidato a presidente que volvió al peronismo. Un carapintada que produce fuertes rechazos. Dos intendentes peronistas. Un funcionario de Eduardo Duhalde. Variados ingredientes tiene el futuro gabinete que el gobernador bonaerense electo Carlos Ruckauf comenzó a delinear públicamente ayer. Queda claro cuál de los anuncios levantará más polvareda: la confirmación de que el intendente de San Miguel, Aldo Rico, será ministro de Seguridad. Como anunció Página/12, José Octavio Bordón será el titular de Educación. Variados ingredientes tiene el gabinete y variadas finalidades: cumplir sus promesas de mano dura con Rico, hace un guiño a la Iglesia con Bordón y empezar a armar un aparato territorial llevando a dos intendentes al Ejecutivo provincial.
Poco después de retornar de unas cortas vacaciones en Brasil, Ruckauf se encontró con Osvaldo Mércuri, el hombre a quien le confió las negociaciones con la Alianza en las Cámaras legislativas. El gobernador electo desplegó su acostumbrada sonrisa cuando el diputado le dijo que “todo está abrochado” con la oposición para la sanción de leyes que Ruckauf considera fundamentales para iniciar su gestión. Mércuri le aseguró que las leyes de Contabilidad, de Presupuesto y de Ministerios están acordadas, y la próxima semana las dos primeras entrarán formalmente a la Cámara baja provincial. Esto le valió a Mércuri acrecentar sus posibilidades de acceder a alguno de los ministerios bonaerenses. Tanto los operadores de Ruckauf como los del diputado aseguran que es una de las posibilidades, pero se resisten a develar cuál es la cartera que ocuparía Mércuri.
Ruckauf, entonado con las noticias, confirmaría su decisión de dividir en dos ministerios el actual de Seguridad y Justicia. Lo hará mediante una ley. “Podría hacerlo por decreto, porque de hecho se unió por decreto, pero prefiero el mecanismo de la ley”, dijo.
El mandatario electo lanzó esta frase luego de enterarse de que la designación de Rico al frente del futuro Ministerio de Seguridad no sería impedimento para la aprobación de dicha ley. La buena señal para Ruckauf se confirmó, según operadores cercanos al mandatario electo, luego de que el Comité Provincial de la UCR anunció su decisión de colaborar, pero no cogobernar con el nuevo gobierno bonaerense, a pesar del rechazo manifiesto que hicieron por la designación del ex carapintada.
Ruckauf no dudó en responder a la crítica radical en los jardines de la residencia presidencial de Olivos, donde participó como vicepresidente de la reunión de gabinete: “El mandato popular que tengo es suficiente como para tomar las decisiones que crea mejor para los bonaerenses, así como el mandato que ha recibido Fernando de la Rúa es suficiente como para que no le digamos quiénes tienen que ser sus ministros”, advirtió.
“Rico tiene legitimación popular –redondeó Ruckauf–, ya que fue uno de los intendentes más votados en la provincia y es un hombre que tiene capacidad para adiestrar y conducir una fuerza de seguridad.”
Luego llegó la hora de alabar a su futuro ministro de Educación, el ex senador y ex candidato presidencial, José Bordón. El gobernador electo dijo de Bordón que es “una figura muy importante en materia de su ética y también de su aprendizaje externo”, subrayó que el dirigente “está hace dos años en organismos internacionales analizando el tema de la educación en América latina” y aseguró que su reincorporación a la vida política “es muy importante”. No lo expresó en voz alta, pero Ruckauf valora además las buenas relaciones que tiene el ex gobernador de Mendoza con la Iglesia, un bagaje que el gobernador electo consideraba ineludible para una designación en esa cartera.
Pero éstos no fueron los únicos nombramientos que anunció el gobernador que sucederá a Eduardo Duhalde. Ruckauf también adelantó que Julián Domínguez, su ex jefe de campaña, ocupará el Ministerio de Obras Públicas, y ratificó dos designaciones adelantadas la semana pasada: la delintendente de Merlo, Raúl Othacehé, al frente de la cartera de Gobierno, y a Jorge Sarghini en Economía, quien todavía ostenta este cargo en la administración de Duhalde.
La continuidad de Sarghini es un ostensible guiño a su antecesor, el ex candidato presidencial del PJ. La incorporación de dos intendentes justicialistas, empero, revela la intención de Ruckauf de ir armando una red de lealtades propias en el territorio de la provincia. El vasco Othacehé es un intendente de fuerte presencia en la primera sección electoral y al ser convocado por Ruckauf busca comenzar a armar un aparato político propio, cumpliendo de paso su promesa electoral de sumar “intendentes exitosos” a su gabinete.

 

Jorge Sarghini. na19fo06.jpg (4602 bytes)
Es el actual ministro de Economía de Eduardo Duhalde. Será el único integrante del gabinete del derrotado candidato presidencial que continuará durante la gestión Ruckauf. Es considerado como un hombre de Jorge Remes Lenicov, su antecesor en el ministerio, y en La Plata anticipan su enfrentamiento con Ricardo Gutiérrez quien representa el sector que quiere privatizar el Banco Provincia.
José Octavio Bordón. na19fo04.jpg (4499 bytes)
El designado ministro de Educación de Carlos Ruckauf tiene una larga trayectoria. Fue gobernador de Mendoza y luego senador por la misma provincia en representación del PJ. En 1995 y tras romper con el justicialismo conformó su propio partido, PAIS. Junto a Carlos “Chacho” Alvarez conformó el Frepaso e integró la fórmula presidencial que fue derrotada por Carlos Menem en 1995.
Julián Domínguez. na19fo03.jpg (4285 bytes)
Será el próximo ministro de Obras Públicas. Es el actual intendente de la Municipalidad de Chacabuco, pero el pasado 24 de octubre fue desplazado de esa comuna por el aliancista Horacio Recalde, quien triunfó con el 56 por ciento de los votos. Durante la campaña electoral se desempeñó como jefe de campaña de Ruckauf y se dedicó al armado territorial del gobernador electo, tarea que sin duda continuará.
Raúl Othacehé. na19fo05.jpg (5952 bytes)
Fue confirmado como ministro de Gobierno. El Vasco, como lo llaman sus amigos y enemigos, fue reelecto como intendente de Merlo y tiene fama de “un duro” y de manejar los punteros justicialistas del primero cordón bonaerense. Los hombres de Ruckauf consideran que es el más duhaldista de todos los ministros que contará el próximo gobernador a partir del próximo 10 de diciembre.


La nueva forma de hacer política, a lo carapintada

Hace dos años que Aldo Rico se transformó de comando en dirigente político, sin cambiar muchas de sus costumbres ni de sus ideas. Crónica de las principales anécdotas de su carrera en democracia.

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Aldo Rico, ex comando, intendente de San Miguel, ministro del gobierno de Ruckauf.
El hombre que dijo “el hospital es mío” se encargará de la Seguridad de los bonaerenses.

Por Laura Vales

t.gif (862 bytes) La mejor definición la dio uno de los hombres que más lo conocen: “El Ñato es un comando. Un tipo formado para tirarse detrás de la línea de fuego y romper todo”. La frase, aclaró el dirigente, fue pronunciada sin intención de aludir al pasado de Aldo Rico como carapintada; se refería en realidad a los 12 años que el futuro ministro de Seguridad bonaerense lleva haciendo fe de político profesional. Más de una década de historia que puede recorrerse a través de un puñado de anécdotas que reflejan siempre una misma cara: la de la peor faceta de la democracia.
Algunas sólo son conocidas en San Miguel, la intendencia que Rico acaba de reconquistar con el 70 por cientos de los votos.
–Negros de mierda, vayan a pegar carteles afuera de mi partido –fue la increíble advertencia que el intendente lanzó poco antes de las internas del PJ a un grupo de militantes peronistas que se había atrevido a pegar afiches de uno de sus adversarios políticos en las calles céntricas de San Miguel.
Poco después, el jefe comunal tomaría la más polémica decisión de su gestión: mejorar la calidad de la atención pública prohibiendo que el hospital municipal atendiera a enfermos ajenos a San Miguel.
Dispuesto a hacer cumplir sus órdenes a cualquier precio, al día siguiente de anunciar las nuevas reglas de juego para la salud pública municipal, Rico se presentó en el Hospital Larcade muy temprano en la mañana. Interrogó con paciencia a cada uno de los pacientes que hacían cola para sacar un turno hasta detectar a los que tenían domicilio fuera de su partido. Los echó de inmediato. Y frente a la resistencia de los médicos, tomó al hospital al mando de un nutrido grupo de batatas y patovicas.
–El hospital es mío –sostuvo entonces para legitimar el desembarco.
Más adelante dejó en claro quién era el enemigo:
–Una horda roja de doscientos desarrapados pasados de vino y drogas, tocando el bombo con la bandera del Che –describió en alusión a los médicos que se manifestaban contra su política de cercar el hospital.
Es que al intendente de San Miguel las formalidades democráticas no parecen quitarle el sueño, ni siquiera cuando se trata de cuestiones tales como hacer votar los gastos municipales por el Concejo Deliberante. En los años de gestión de Rico en San Miguel, la Justicia recibió una serie de denuncias penales al respecto. Una de ellas, por ejemplo, investiga un préstamo de un millón de dólares que nadie sabe en qué se gastó. Otra, los sobreprecios en las compras y la concesión del tendido de alumbrado eléctrico a precios sospechosamente elevados. La más reciente apunta a un depósito de autos que funcionó en un terreno alquilado por la Municipalidad: el dueño del lote asegura que allí funcionó un desarmadero de autos robados, muchos de ellos de vecinos que habían cometido una simple infracción de tránsito y nunca pudieron recuperar sus coches.
No son menos oscuros los negocios con los que Rico incursionó en la actividad privada. De la mano de Santiago Cúneo, un curioso personaje que a fines del año pasado empapeló Buenos Aires con afiches en favor de la re-reelección de Carlos Menem, Rico tentó suerte como empresario del rubro petrolero. Lo hizo a través de la firma Cop Petrol, dueña de varias estaciones de servicio y vinculada con una serie de extraños créditos venidos del Paraguay. De la misma empresa formaron parte otros dos carapintadas: Enrique Venturino, recordado por encabezar junto a Rico la rebelión de Semana Santa, y el también carapintada Emilio Morello, a quien el juez federal Juan José Galeano vinculó con la causa AMIA.
La petrolera reeleccionista carapintada tuvo como fecha de nacimiento el 22 de enero de 1997 y, como característica principal, un crecimiento asombroso. Cuando este diario reveló su existencia, el intendente de San Miguel se apresuró a quitarse del medio. Publicó una solicitada en la que informó su “total desvinculación personal y política” de Cúneo y Morello.La solicitada no aclaraba que quien aparecía como accionista de Cop Petrol no era él sino su esposa Noemí Crocco.
Quienes lo acompañaron en la construcción del Modin podrían aportar una última foto al álbum del Rico democrático. Fue tomada hace cinco años atrás, cuando negociaba con Eduardo Duhalde la mejor forma de acercarle los votos para habilitar su reelección. En esos días Rico se topó con una fuerte oposición interna. El conflicto terminó con un golpe comando organizado por sus seguidores que tomaron la sede bonaerense del partido.
–Los votos son míos –adujo entonces el jefe carapintada.
El mismo argumento que desempolvó tras la toma del Hospital Larcade. Y el mismo Rico, vale recordar, que hoy se presenta como “un hombre absolutamente consustanciado con los principios democráticos”.

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