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Jueves 5 de Agosto de 1999

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Exclusivo: cómo fue que Todos Tus Muertos llegaron a tocar en Japón

La banda símbolo del punk argentino latinoamericanista lleva adelante una gira monstruosa por tres continentes que les permite vivir, viajar y tocar en lugares que tal vez nunca habían soñado y en donde nunca se oyó hablar de rock argentino. Con un peculiar sistema de producción y mucho ingenio, les resulta más fácil programar una fecha en los Alpes Suizos que en Cemento. Aquí, la explicación y el relato vívido de Gamexane desde el otro lado del mundo.

Horacio Villafañe (a) Gamexane atiende medio zombie el teléfono de su habitación 3237 del Keio Plaza Hotel de Tokio, Japón (el más baratito de la ciudad, a razón de 220 dólares la doble). Es madrugada del día siguiente al que se vive en Buenos Aires, ha pasado un fin de semana superagitado con una tripleta de shows en el Fuji Rock Festival y un día entero de entrevistas promocionales. Sí, es verdad, Todos Tus Muertos ha sido editado en Japón (El camino real está en las disquerías de todo el país desde esta semana) y tocó en uno de los festivales más grandes del mundo, cerrando las noches en que Rage Against the Machine (viernes) y ZZ Top (¡sí, existen!, el domingo) fueron las atracciones de cada día. Ellos y una “politizada banda argentina de ritmos latinos y hard core”, según se encargaban de presentar el programa de este show monstruo, montado por un excéntrico millonario japonés en un exclusivo centro de ski, a cuatro horas de la capital del país formalmente conocido como El imperio del sol naciente. La posibilidad de tocar allí surgió a partir de una gestión del Polydor, la compañía que los edita allá (antes, dos discos habían salido por Grita!, el sello latino de los Estados Unidos), y después fue todo cuestión de organización. Que existe y mucha.
Un poquito más despierto y después de una breve excursión a una zona de la capital, guiados por Yogo, un argentino-japonés que ahora vive allá (es el presentador de Cienfuegos en el video de “¿Querés saber lo que es estar muerto?”), el guitarrista de los Muertos le contó al No cómo fue esta increíble excursión al otro lado del mundo, pero más importante que eso... Cómo fue que conoció a Joe Strummer, un ídolo de su juventud punk con The Clash, cerebro de algunas de las canciones y de los discos más importantes de los últimos veinte años de rock. “Llegamos y cuando me enteré de que tocaba él y su banda, The Mescaleros, dejé una notita en la recepción del hotel, presentándome y diciéndole que lo quería conocer. El domingo al mediodía, cuando me desperté, revisé en el display del televisor de mi habitación y había un mensaje del viejo Joe. Me decía que claro, que quería conocernos, que había oído hablar de nosotros en España y por qué no nos encontrábamos a tomar un trago después de los shows. Imaginate, yo pensaba en mis amigos de Buenos Aires... Creo que fue uno de los días más felices de mi vida”. Como buen fan, Gamexane cuenta que vio la actuación de Strummer y los Mescaleros desde el costado el escenario y que no pudo creer cuando, después de las nuevas canciones (de un disco por salir en setiembre), arremetieron con una inolvidable seguidilla de clásicos clash. El cuadro no deja de ser paradigmático: uno de los iconos punk argentinos, militante de la causa desde fines de los setenta, viendo a su ídolo tocar esas canciones... en un escenario montado en el interior de Japón. Increíble.
Entre un viaje largo hacia el otro lado del mundo y la foto con Joe, pasó una de las cosas más fuertes que hayan ocurrido en la historia de la banda. Al verse ubicados en el final de dos días después de RATM y ZZTop, los Muertos temían recibir el clásico trato argentino para la banda chica. O sea: menos luces, menos sonido. Nada de eso. “Loco, remarcalo. Tuvimos el mismo sonido, las mismas luces y hasta tocamos más tiempo que el establecido. Es más, el promotor del show salió al escenario y dijo que nadie se vaya, que iban a ver a una banda explosiva. Imaginate como salimos”. El resultado fue una locura generalizada entre los fans nipones, unos 15.000 el viernes y más de 20.000 el domingo, los que –por ejemplo– se encontraban con ceniceros individuales al lado de cada una de sus butacas para no arrojar las colillas de sus cigarrillos en el suelo. Típicamente japonés. “Toda la organización fue impecable y además ellos... Eso de los ceniceros y, por supuesto, ni una pelea. Es para decir: Esto es japonés. Pero de verdad”.
El viaje al otro lado del mundo representa, de alguna manera, el punto más alto en la carrera itinerante de la banda. Como definió con una sonrisa Bocha Gutiérrez, manager de la banda y director táctico de la gira desde su oficina en Buenos Aires: “La independencia cuesta, pero da susfrutos”. Con un cachet de entre 3 y 5 mil dólares por show, apoyados en un triángulo cuyos vértices son Los Angeles-Buenos Aires-Donde sea que esté la banda, los Muertos llevan adelante la gira más grande que haya hecho alguna vez un grupo argentino por el mundo. Y no les va nada mal. En base a contactos (un boca a boca entre promotores), un amigo venezolano de la banda que trabaja en una de las empresas productoras de giras más grandes de Estados Unidos (Octavio Blohm, manager), la colaboración de la manager de Maldita Vecindad y a un ingenioso sistema de producción que permite poner a diez personas en la ruta a bajo costo de movilidad, hoteles y demás gastos, TTM ha hecho, en menos de 3 meses, la friolera de 40 shows y van por más. De hecho, el año pasado –según remarca Bocha– hicieron 57 actuaciones en tres meses y de esas 57 sólo 3 fueron en Buenos Aires. “Tenemos este kiosko armado y nos va bien. Una gira así cuesta más o menos 50.000 dólares y hasta ahora algo de guita siempre nos ha quedado. Vivimos de esto: vendemos una fecha y en los días libres, hacemos otras de menos cachet. Con eso hacemos 5 shows por semana. Es que el mercado argentino no da para los independientes, no podemos pagar para que pasen nuestra música en la radio y entonces nos resulta mejor salir a tocar afuera”.
Con los contactos ya establecidos más las fechas concretadas por Blohm -que conoció a la banda cuando su empresa lo mandó a ver a Plastilina Mosh, soportes de los Muertos esa vez–, la banda, un road manager (Pablo), un sonidista-chofer (Dani), un fotógrafo-chofer (Fito) y un plomo (Chispa), salieron de Ezeiza el 16 de junio rumbo a Madrid. Arrancaron en Granada, de ahí pasaron a las islas Canarias (Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife), volvieron al continente para tocar en Gerona, Barcelona, Madrid y Bilbao; pasaron a Francia, (Burdeos, Toulouse), después estuvieron en Bélgica, Holanda (Rotterdam y Amsterdam, donde tocaron enfrente al cuartel de policía y... por supuesto se quedaron tres días), Austria (Hoscht, una pequeña ciudad en los Alpes) y Suiza (Thun, a 50 km de Berna). De ahí vuelta a Madrid (los pasajes más baratos incluían la salida desde allí) para volar a Miami, Chicago (tocaron en el gigantesco House of Blues), Los Angeles, San Diego, México DF, Guadalajara, Phoenix y el viaje a Japón. Después de ahí, hoy se suman al Watcha Tour y después del 15, seguirán por México, en donde son casi locales. “La raza nos quiere mucho y seguramente pintarán más shows ahí”, asegura Bocha, quien desde Buenos Aires coordina todo y, vía e-mail, prepara el terreno para que el equipo en gira llegue al lugar que sea y tenga todo, más o menos, arreglado. Desde ahí, con dos notebook, Pablo y Fito coordinan in situ y además se encargan de actualizar la página de Internet que relata la gira (www.ttmdiscos.com/ttm/gira99.html). Al fin y al cabo, la clave de tanta movida pasa por hacer propio aquello de Mahoma y la montaña. Aquí, entonces, la montaña va a Mahoma. “Hay gente interesada en ver de qué se trata una banda de rock de Argentina que hace reggae y hardcore. Eso es todo. Claro que otra gente ni siquiera sabe de dónde son. Aunque eso es relativo: por un lado, esa mentalidad argentina de salir a ganar en cualquier parte, ayuda. Y otras veces, es mejor ni mencionar que son argentinos”.

ESTEBAN PINTOS


La migración

“Viernes 16 de julio y salimos a Los Angeles con escala en Phoenix, y en la escala tuvimos tres bajas. Poten, Pablito y Germán perdieron el vuelo. Por suerte no hay show esta noche, fue el comentario general. Llegaron al vuelo siguiente. Ahora estamos en LA, esperando el concierto de mañana en el House of Blues.
Y llegó el show en Los Angeles, segunda vez de Todos Tus Muertos en el mismo lugar. Esta vez también eran parte Fermín Muguruza y sus Brigadistas, y los locales Aztlan Underground. La raza llenó el lugar y se sintió. El show fue explosivo y en el final Fidel invitó a la raza a que se suba al escenario y así fue. Fue una fiesta. Al otro día salimos para San Diego contratados por Alberto Castillo de Buldog Producciones, sin saber lo que nos esperaba: a las 8.30 PM llegamos al bar Sevilla y para sorpresa nuestra no habían llegado ni el sonido ni el productor. Terminado el concierto, quedamos a la deriva porque el promotor ausente era el mismo de Tijuana y Ensenada. Decididimos irnos de regreso a LA, sin saber lo que nos esperaba. Como a la hora del viaje pasamos por San Clemente y nos paró la migración, nos pidieron los documentos y nos dijeron: ‘¿De dónde son? Huelo mota, me la dan o llamo a los perros’ Dos horas en San Clemente, simulacro de arresto y al rato nos largaron. Nos dieron un susto para divertirse”.
(Del relato de viaje que puede leerse en la dirección de Internet de la banda.)