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Jueves 4 de Noviembre de 1999
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La verdadera historia de Mimí Maura: cantante, madre y esposa

Acaba de grabar su primer disco, en compañía de una banda que funde las formaciones de Cienfuegos y Los Fabulosos Cadillacs. Exacto: la esposa de Sergio Rotman, actual y ex respectivamente, da rienda suelta a su garganta centroamericana al frente de una banda de porteños que tocan con pasión reggae, ska y rock steady. Si esto no es latino...

MARTIN PEREZ


Papá cantaba para vivir, pero mamá cantaba en casa. Por eso es que cuando tiene que señalar de quién es la responsabilidad de su destino de cantante, pese a todo lo orgullosa que está de la carrera de su padre, Mimí Maura decididamente señala a su madre. “La suya era la voz que escuchaba en mi casa, y a través de ella me aprendí todas las canciones”, recuerda durante una lluviosa tarde de noviembre en Buenos Aires, decididamente lejos de aquellos días y aquellas latitudes. Nativa de Puerto Rico, pero con una infancia nómade entre Chicago y México siguiendo a papá y su canto, Mimí hoy es madre en Buenos Aires. A su hijo Leroy se le hará un poco más difícil señalar al responsable de su suerte, si es que la misma apunta hacia la música. Porque esta vez tanto mamá Mimí como papá Sergio Rotman cantan fuera y dentro de casa. Hay mucha música en el hogar, en particular en estos días en que los Rotman han decidido editar de manera totalmente independiente un disco que lleva en tapa apenas el nombre Mimí Maura, y entonces las cajas con Cds se apilan por todos los rincones de la casa de Vicente López.
Mimí Maura es el sencillo bautismo del último proyecto musical que incluye el nombre de Sergio Rotman. Pese a que el ex Cadillac supo comenzar en el asunto allá lejos y hace tiempo con los tan punks Día D -antes de ser Fabuloso–, y ser un Cienfuegos aun antes de desvincularse de su grupo de toda la vida, se lo nota particularmente orgulloso cuando debe presentar el disco de la que es su mujer desde hace ya casi cuatro años. Aquí lo suyo –y lo de ciertos integrantes de Cienfuegos y Los Fabulosos Cadillacs, que completan la banda que acompaña a Mimí– es hacer, según sus propias palabras, “música atemporal, sin modas”. Respetuosa rendición de la mejor música jamaiquina, si el nombre que va delante es el de Mimí Maura es porque la joven tiene con qué. “Mimí es tan buena cantante que no se puede hacer otra cosa que aprovechar eso”, dice Rotman. “Viene de toda una tradición. Cuando en un bar anuncian a la cantante, es porque su voz no deja ningún tipo de dudas que es ella. Y esa clase de voz es la que tiene.”
Con semejante voz, Mimí bien puede ser una desconocida para el público local pero para el rock de Puerto Rico es toda una personalidad. Con los boleros bien aprendidos en casa, Mimí se subió por primera vez a un escenario a cantar covers hacia fines de los ochenta, y los noventa la encontraron al frente de Alarma, el primer grupo de mujeres del rock latino. “Alarma era un grupo adelantado a su época”, precisa Rotman. “Si se hubiera armado tres o cuatro años más tarde, hubiera habido una fila de empresarios ofreciendo contratos. Empezaron haciendo unos covers horribles, y cuando comenzaron a componer sus propios temas se separaron”. Antes de dejar de existir, Alarma llegó a tocar en Nueva York y en Los Angeles, en un recital organizado por la revista especializada La Banda Elástica, en el que compartieron escenario con Maldita Vecindad y La Lupita. En realidad, la separación de Alarma no sólo fue por haber nacido fuera de tiempo, sino también del encuentro de su cantante con un Cadillac. “Nosotros nos conocimos en una noche que era muy especial, porque esa misma noche Chris Frantz viajó a Puerto Rico para conocer al grupo antes de la producción de Rey Azúcar”, cuenta Sergio. “Tocamos con un grupo llamado Whiskerbiscuit, que muchos años después se haría más conocido como Puya, y ahí estaba yo: haciendo de traductor de Frantz para el resto de Los Cadillacs, que no hablan inglés. Hasta que abandoné todo para correr detrás de ella.” Ella también abandonó todo para correr detrás de él: por seguir a Sergio y Los Cadillacs a México, las Alarma decidieron echarla de la banda. Así fue como, en el mejor momento de Los Cadillacs, Rotman terminó instalado en Puerto Rico con Mimí. Y así fue, también como Mimí terminó cumpliendo el sueño de cualquier rocker latina que se precie: grabar con ellos. Lo hizo en Fabulosos Calavera: su voz engalana el hit “Calaveras y Diablitos”. “No fue tanto sueño sino más bien pesadilla”,aclara Mimí, ya que la grabación de ese disco fue el punto de quiebre de la relación de Rotman con su ex grupo.
Desde aquellos furiosos primeros meses del ‘97, Rotman no volvió a compartir escenario con Los Fabulosos Cadillacs. El reeencuentro sobre las tablas ocurrió recién a fines del año pasado, cuando precisamente Mimí Maura hizo de soporte del grupo. “Ese fue el público más grande frente al que toqué”, recuerda Mimí, cuyo repertorio lo ha ido armando junto a Sergio durante los cuatro años que son pareja. “Cuando empezamos a vivir juntos, lo único que teníamos en común era nuestra pasión por las cantantes de rock steady y ska”, explica él. “Yo conozco gente en Buenos Aires que puede tocar esto con un solo ensayo”, le dijo Sergio a Mimí, y por supuesto que al decirlo estaba pensando en la base de Cienfuegos: Martín Aloé y Fernando Ricciardi. Si a ese dúo se le suman un par de Cadillacs más aquí y allá, es fácil deducir que los shows en vivo de Mimí son una auténtica celebración de la música jamaiquina, hecha por una banda de porteños y una cantante caribeña.
“Tuvimos un par de propuestas grandes que se pincharon, y entonces yo le recordé que debíamos hacerlo nosotros mismos”, cuenta Mimí. “La sensación de ser dueño de tu música es hermosa”, se exalta Sergio. “Yo tengo años de estar en esto, y nunca lo había sentido. Es un orgullo cargar todos tus discos en el auto y traértelos a casa. Claro que ahora hay que venderlos...”. “No importa”, alienta Mimí. “Tenemos toda una vida para hacerlo.” Si lo dice es porque sabe que su música es la de siempre: la que siempre escuchó, la que siempre quiso cantar. Las canciones que harán bailar a Leroy, por ejemplo, que ya tendrá tiempo para decidir si la culpa de tanto ritmo deberá recargarla sobre el padre o sobre su madre.

Mimí Maura presenta su disco debut
esta noche a las 22 en El Dorado,
Bernardo de Irigoyen al 800, con entrada gratis.