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Nunca tomes mate con extraños

Como todos los domingos, el domingo pasado Sendra publicó en Viva, la revista de Clarín, su página El diario íntimo de Matías. Pero, a diferencia de otros domingos, lo de la semana pasada fue un bochorno. El niño Matías dedicaba su diario íntimo a una serie de apreciaciones sobre el mate: empezaba distinguiendo entre una infusión y una infección, de lo que enseguida desprendía, con lógica paranoica y filonazi, que tomando mate te podés agarrar una infección si lo tomás con extraños, pues los extraños son contagiosos. Al parecer los extraños nunca le advierten al niño Matías: Te voy a contagiar, lo que para Matías/Sendra es todavía peor, porque ahí sos un contagiado anónimo, incapaz de responder al médico cuando pregunta: ¿Y éste de quién se habrá contagiado?. Nada dice Matías/Sendra de cuáles son las atroces infecciones transmitidas por el mate). Pero ya cebado en su razonamiento cuasi hitleriano, concluye que los uruguayos toman mate todo el tiempo porque como debe ser un país chico, se conocen todos y al no haber tantos extraños pueden tomar mate todos juntos sin peligro de contagiarse de un extraño. El método para solucionar finalmente el asunto del mate y los desconocidos es un sistema casi policíaco de control/vigilancia, que Matías/Sendra sintetiza así: Cuando yo tomo mate con un extraño, aunque sea trato de averiguar el teléfono para que no sea tan extraño. Y, si el extraño no tiene teléfono, el niño/humorista pasa al plan B: Hago como que tomo, pero me lo aguanto en la boca y luego voy al baño y lo escupo.
Nunca vueles con latinos
Quienes accedan al cuadernillo de entrenamiento con que American Airlines instruye a su tripulación, encontrarán un sesudo análisis sobre los clientes latinoamericanos que frecuentan la aerolínea (el 70 porciento del pasaje de cada vuelo, según ellos). En la última de una larga serie de apreciaciones, American se explaya en algunas generalizaciones sobre los pasajeros latinoamericanos. De acuerdo con la aerolínea, los sudamericanos suelen mostrar desconfianza al despacho de equipaje, por lo que tratarán de subir al avión con todo lo que puedan, comúnmente en grandes bolsas. En caso de estar llegando tarde al embarque, la gente de American dice que hay ingeniosos sudacas que llaman por teléfono amenazando de bomba para demorar el despegue. Si la amenaza surte efecto y los latinos llegan finalmente a subir al avión, suelen manifestar deseos de tomar una copa a bordo, aunque se advierte que no son infrecuentes los pasajeros desobedientes e intoxicados. Con esa fauna considera American que debe lidiar su personal en los vuelos a Sudamérica. ¿Y cuál es la razón por la cual eligen viajar en American? Porque los pasajeros latinoamericanos confían más en los pilotos norteamericanos que en los latinos.
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