Desde Ushuaia

Terminó la primera ronda electoral para Tierra del Fuego y la tendencia hablaba, al cierre de esta edición, de un camino hacia el ballottage entre el intendente de Río Grande, Gustavo Melella, y la gobernadora peronista Rosana Bertone: con solo el 15 por ciento de las mesas escrutadas, el candidato de Concertación Forja sumaba el 48,7 por ciento de los votos, mientras que la aspirante a la reelección por Unidad Fueguina llegaba al 40,1 por ciento. La lista apoyada por Cambiemos, Ser Fueguino, no llegaba a los 4 puntos y sumaba otra derrota para el oficialismo nacional en la provincia más austral del país. 

La jornada había comenzado sin demasiadas complicaciones y terminó con un atraso inusitado en las mesas de votación. Las puertas de las escuelas cerraron puntualmente a las 18, pero las filas puertas adentro tenían demoras que superaban la hora y media en algunos casos.

Las especulaciones se quedaron cortas y el horario previsto para conocer los primeros resultados tuvo que posponerse dos veces, de las 18 originales, pasó a las 19 y luego a las 20. A medida que los minutos avanzaban, los búnkers de cada partido comenzaban a cargarse de afiliados y simpatizantes. Los más importantes instalados en Río Grande, tanto el de Gustavo Melella, candidato de Concertación Forja, como el de Rosana Bertone, que decidió unirse al candidato a intendente de Unidad Fueguina, Martín Pérez a esperar los resultados. 

En cambio, en los pasillos de los Tribunales, donde se realizaba el escrutinio, se vivía una tensa calma, los apoderados de los partidos recorrían los pasillos mientras aguardaban novedades de la Junta Electoral. Antes de los primeros datos, el juez electoral Isidoro Aramburu mantuvo una charla informal con los periodistas y dio algunas precisiones. Los atrasos se dieron principalmente por la falta de autoridades de mesa: solamente en Ushuaia hubo 20 bajas y hubo que reemplazarlas con gente no preparada.

Eso, sumado a los cientos de boletas que había para cada elección, los tres sistemas de votación que se utilizan en la provincia y la falta de capacitación de los suplentes hicieron que las mesas no estuvieran listas a tiempo, en algunos casos con demoras de hasta dos horas para la apertura de las mesas. 

La mañana se desarrolló sin sobresaltos. Los candidatos a gobernadores votaron en los horarios previstos. Gustavo Melella, en Río Grande, el primero en romper el hielo, lo hizo pasadas las 8.30 de la mañana.

“Queremos que sea un día de la democracia, con mucho respeto”, dijo tras haber emitido el voto, y se mostró “contento por todo lo que hemos hecho, con los nervios comunes de la elección, pero con mucha fe y esperanza”, dijo el candidato. 

Melella puso en juego en la elección no sólo sus intenciones de ser gobernador, sino su propia gestión, a través de la candidatura de Analía Cubino, la elegida por el actual intendente para competir por el municipio de Río Grande. 

Bertone, en tanto, votó pasadas las 10 de la mañana, en la escuela 22 de Ushuaia, y denunció el faltante de boletas “de manera sistemática en casi todas las escuelas, y de otros espacios políticos que compiten con nosotros”.

Antes de trasladarse a Río Grande, donde esperaba el resultado de la elección junto a Martín Pérez, Bertone se refirió a la candidatura de Alberto Fernández y dijo que se trata de “una oportunidad para los fueguinos y tenemos todas las expectativas”. “Es muy progresista y yo soy más ortodoxa, y aún así nos entendemos muy bien” remarcó, sobre la figura del candidato por el Frente de Todos. 

Minutos después de las 20.30 aparecieron los primeros datos. Apenas 6 mesas escrutadas que sumaban 130 votos, reflejando solamente el 0,1 por ciento de los votos, alimentaban la ansiedad de los presentes y de los que buscaban novedades del otro lado del teléfono. 

Cerca de las 22 se conoció una presentación de Unidad Fueguina ante la Junta Electoral: a través de un escrito denunció “violación al principio de transparencia electoral”, en base a la falta de datos oficiales, pese a lo avanzado de la hora.

Cerca de la medianoche, Melella aventajaba a Bertone por unos 6 puntos porcentuales. Si no llegaba a superar el 50 por ciento, la definición se dará en una segunda vuelta, prevista para el próximo domingo, junto a las elecciones municipales en Tolhuin. Tercero lejos se ubicaba Juan Rodríguez, con el 4,1 por ciento de los votos. 

Sí había definición anoche en la intendencia de Ushuaia. En una elección histórica, el intendente camporista Walter Vuoto, de Unidad Fueguina, sumaba al cierre de esta edición el 53,7 por ciento de los sufragios. En un distante segundo lugar, el candidato por Forja, Gustavo Ventura, alcanzaba apenas el 12,9; mientras Tito Stefani, actual diputado por Cambiemos y candidato de Ser Fueguino, quedaba tercero con el 11,8.

“No duden que ha sido una victoria histórica del compañero Walter Vuoto”, dijo en el búnker de Unidad Fueguina, en Ushuaia, el jefe de gabinete del municipio, Oscar Souto. 

En Río Grande, Martín Pérez también conseguía una superioridad importante. El diputado se imponía con el 41,9 por ciento de los votos contra el 36,7 de Analía Cubino, la candidata de Forja. Después de tres gobiernos radicales consecutivos, el municipio de la ciudad más grande de la provincia volvería así a manos peronistas.