Al asumir la gobernación de Jujuy Gerardo Morales creo la Fiscalía Anticorrupción, una enorme estructura desde actúa el fiscal Joaquín Millon Quintana para perseguir a Milagro Sala. Desde ese espacio ha generado una novedosa doctrina penal, según la cual el proceso comienza por la pena y la generación de pruebas son un problema. Ahora que la Corte Suprema debe revisar la detención ilegal de la dirigente indígena, la fiscalía cierra el cerco sobre los hijos de Milagro Sala. Claudia y Sergio Chorolque Sala concurrieron la semana pasada a prestar declaración indagatoria por la causa de los autos alta gama. Es un desprendimiento de la megacausa conocida como Pibes Villeros, que investiga un supuesto desvío de fondos para obras públicas de la Tupac Amaru. Todo forma parte de la acusación por una asociación ilícita que no está probada. Claudia y Sergio se abstuvieron de declarar. Lo mismo sucedió con otros hijos y familiares de integrantes de la organización, también investigados por adquisición de vehículos.

Claudia y Sergio fueron citados por el fiscal Aldo Lozano en una causa en la que ahora actúa el juez Gastón Mercau, a cargo de todas las causas de Milagro Sala. Fueron citados bajo la figura de “encubrimiento agravado por el aseguramiento y provecho de bienes de origen ilícito en coautoría concursado realmente”. Con ellos están imputados, entre otros, la escribana de la Tupac, Claudia Alicia Trenque, su hermano Juan Antonio y la hija de Gladys Díaz, otra de las presas políticas de Jujuy. 

“Les están imputando el encubrimiento, la defraudación y haber adquirido los autos sabiendo el origen ilícito de éstos, sin embargo no está probado para nada la asociación ilícita. No está probada en ninguna causa tampoco la administración fraudulenta, ni que esos autos se hayan comprado con  fondos ilícitos”, explica a PáginaI12 Marcos Aldazabal del equipo de abogados de la Tupac. Otro integrante del equipo, Ariel Ruarte, recuerda que tampoco está configurado el “dolo”. “Los fiscales quieren adjudicarles dolo a la hora de la compra, es decir que ellos sabían que estaban comprando bienes con dinero producto de una asociación ilícita. Pero tampoco el dolo está probado”. 

La causa empezó en agosto del año pasado, pero se conoció el domingo 8 de enero en medio de la feria judicial. Mientras este diario denunciaba ese día que el único testigo de cargo del juicio por los huevos cobró un millón de pesos del gobierno de Morales, el juez de feria Jorge Zurueta ordenó allanamientos a las casas de los integrantes de la Tupac, muñido de un listado de 28 vehículos. Según el juez, Milagro Sala es la Jefa Suprema de una organización que usó fondos del Estado para delinquir. “El hecho por el que el Ministerio Público solicita el secuestro -señaló– es porque la señora Sala en su calidad de jefa suprema de la organización Barrial Tupac Amaru conformó una asociación delictiva destinada a perpetrar sistemática y metódicamente fraudes a la administración pública de proporciones millonarias”. En ese contexto, consideró que las personas que poseían los autos eran “sujetos (que) podrían licuar el dinero público mal habido”. Y señaló que en todos los casos las personas “jamas podrían haber adquirido” los bienes “por no contar con dinero producto del trabajo”. 

El operativo realizado en plena feria judicial marcó una irregularidad que ya fue señalada por este diario. Los abogados sostuvieron, entonces, que la “justicia jujeña vuelve a utilizar la feria judicial, que sólo se habilita para cuestiones urgentes, para tomar medidas que podría haber dispuesto a lo largo del año”.  

De los 28 autos originales, la justicia secuestró un número menor. Lo que fue pasando es que muchos de los autos aún están a nombre de antiguos propietarios que en realidad los vendieron para adquirir otro. Es es el caso, por ejemplo, de Claudia Chorolque. El escrito le adjudicó tres camionetas Toyota Hilux, pero en realidad tiene una. Claudia presentó papeles inmediatamente que acreditan cómo compró y cómo vendió. También posee credenciales que el escrito no menciona u omite para instalarla en esa lógica según la cual existen personas con acceso legítimo a camionetas de lujo y otras que no. Claudia es mecánica dental, estudiante  de abogacía, emprendedora de un comercio y hace tiempo se desvinculó de la Tupac. 

¿Los hijos de Milagro pueden quedar detenidos por esto? Técnicamente no existen motivos, pero en Jujuy nada se sabe. Los abogados inscriben la causa en una nueva campaña de hostigamiento ahora especialmente dirigido a los familiares y a los hijos de Milagro Sala.