Carola Rackete, la capitana del barco Sea Watch 3, calificó hoy al ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, como “racista peligroso”. La joven alemana de 31 años, llegó hace unas semanas al puerto siciliano de Lampedusa con 42 migrantes a bordo y atracó pese a las órdenes de Salvini, quien la definió como “cheta comunista”.

"Me preocupa el tono que usa Salvini en el sentido de que expresa ideas que violan los Derechos Humanos. Es un hombre peligroso, como lo son todos los que pertenecen a esta derecha radical y nativista, desde el Partido por la Independencia del Reino Unido hasta Alternativa para Alemania", dijo Rackete en declaraciones al diario La Repubblica.

Todo comenzó el 12 de junio, cuando el Sea Watch 3 recogió a los migrantes en el Mediterráneo y navegó 19 días hasta que tocó tierra en Lampedusa, rodeado por barcos de la guardia costera italiana, que buscaban impedir que atracara. Al llegar a suelo italiano, Rackete fue arrestada por las autoridades italianas, acusada de haber rozado a una patrulla policial italiana.

El martes fue puesta en libertad por una jueza que consideró que no hubo delito porque su deber humanitario era salvar vidas, lo que despertó la ira del líder de la xenófoba Liga del Norte. Salvini dijo que la iba a deportar inmediatamente a Alemania.

Rackete declaró que no invitará a Salvini a subir a su barco porque “aquí se sigue una regla muy estricta: nada de racistas a bordo". De momento sigue bajo investigación por supuesta violación de las leyes migratorias italianas y será interrogada de nuevo el martes próximo.

La capitana dijo que volvería a hacer lo mismo. "Espero que si vuelve a ocurrir una situación así, las autoridades italianas reaccionen mucho antes". No obstante, dijo que fue un "error de juicio" chocar contra la patrullera de la Guardia di Finanza.

También aseguró que "a veces hay que cometer actos de desobediencia civil para defender los Derechos Humanos y plantear delante de un juez la ilegalidad de determinada norma", en relación a la supuesta violación de la ley italiana.

Por otra parte, el abogado de Rackete confirmó que demandará a Salvini por abuso verbal e incitación al odio. “No es fácil recopilar todos los insultos que Salvini lanzó en las últimas semanas ni las formas de instigación al odio, lo que es aún más grave si lo hace un ministro del Interior", afirmó el letrado Alessandro Gamberini.

Añadió que es el propio político de extrema derecha “quien mueve las aguas del odio” y que “una demanda por difamación es la manera de dar una señal”, porque “cuando se les toca la cartera es cuando las personas entienden que no pueden insultar gratuitamente".