Todo comenzó con un tweet dirigido a Ava DuVernay. Un espectador de Selma –su película sobre Martin Luther King- le sugirió que llevara a la gran pantalla la historia de “los cinco de Central Park”. El drama sobre un grupo de adolescentes culpados injustamente por la violación y paliza a una mujer en 1989 finalmente se estrenó vía Netflix con el título de When They See Us. La miniserie compuesta de cuatro episodios (producida por Oprah Winfrey y Robert De Niro) se volvió un fenómeno de audiencia con efectos más allá de la plataforma de streaming. El mensaje en cuestión lo había mandado Raymond Santana Jr., uno de los protagonistas de carne y hueso del caso.

Los primeros minutos podrían pasar por extras de Do the right thing (Spike Lee; 1989). La pantalla es una explosión de color, movimiento, sonido y argots de Harlem. En esa apertura, una treintena de pibes se meten en el parque de la Gran Manzana sin saber que allí dejarán su infancia. Hay “wilding”, bromas, caos, violencia, razzia y una mujer blanca resulta brutalmente atacada. Para Linda Fairstein (Felicity Huffman) no hay dudas. “Quiero que me traigan a cada negro que estuvo esa noche en el parque”, se despacha la fiscal y desata una cacería en los barrios bajos. Que tengan entre 14 y 16 años, que les saquen las confesiones bajo intimidación o golpes, que no haya pruebas físicas, que los investigadores fuercen o planten evidencias, que los testimonios se contrapongan, que no hayan tenido acceso a abogados, es lo de menos. DuVernay ha dicho que su obra es activista desde lo personal y eso queda claro en When They See Us.

Cada episodio tiene su propia lógica. El primero cubre el día del crimen, sus consecuencias inmediatas y el frenesí de los interrogatorios. El segundo capítulo se centra en el juicio y el raid mediático (incluyendo la famosa solicitada en la que Donald Trump pidió por la vuelta de la pena de muerte). El tercero sigue a los condenados tras las rejas. El cierre tiene como principal protagonista a Korey, quien pasó la mayor parte de la condena en una prisión para adultos. Hay, además, un dejo de esperanza en el cierre.

La directora, por otra parte, señaló que su intención era mostrar a estos cinco adolescentes en su tónica antes de que las cosas se desmadraran. Y When They See Us es un relato ambicioso que hace malabares con el racismo institucional, la coerción policial, la tensión racial, la justicia incompetente y la estigmatización de la prensa. También se cuenta el drama de cada una de las familias pero la cámara nunca abandona a Antron (Caleel Harris), Yusef (Ethan Herisse), Korey (Jharrel Jerome), Raymond (Marquis Rodriguez) y Kevin (Asante Blackk). Es en la exploración del quinteto, pintado lejos del estereotipo, donde la narrativa gana en fuerza. La cámara se detiene en diálogos y recreaciones con golpes certeros y también hay momentos sutiles donde se percibe la discriminación operando de manera silenciosa. Mención aparte para la música, que comienza con el hip hop de la vieja guardia y acaba con artistas actuales como Frank Ocean y Nipsey Hussle. No es una elección antojadiza. “La idea era mostrar como ha pasado tanto tiempo y todavía estamos hablando de este caso. Aún hay mucho por resolver sobre cómo sucedió y por qué. Tenemos que cuestionarlo todo para poder llegar a un lugar donde seamos claros y que algo así no vuelva a suceder”, dijo DuVernay.