El Gobierno redobló su avanzada contra las instituciones de memoria. Ahora decidió despedir a Mayki Gorosito, directora ejecutiva del museo que funciona en lo que fue el núcleo del campo de concentración de la ESMA –donde 5000 hombres y mujeres estuvieron secuestrados durante la última dictadura. El desplazamiento de Gorosito generó el rápido repudio de los sobrevivientes, que denunciaron que se trata de una muestra del desprecio sistemático que profesa el oficialismo hacia la Memoria, la Verdad y la Justicia.