Ante una supuesta denuncia por robo, el oficial de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) Ariel Gerber persiguió y disparó cuatro veces contra un Fiat Uno en el que viajaban tres parejas con sus hijos de 5 y 2 años y una beba de 5 meses. En el auto viajaba Ariel Espada, de 23 años, quien resultó herido en un pulmón y se encuentra en terapia intensiva.

Los amigos y la pareja de Espada denunciaron un intento de fuga y amenazas por parte del oficial de la PSA y una serie de irregularidades en las primeras horas de la investigación. Gerber fue detenido recién esta mañana a pedido del fiscal Fernando Quiroga.

El ataque ocurrió cerca de la medianoche del viernes en Camino de Cintura y Carbabobo, en la localidad de Villa Luzuriaga. Ariel Espada junto a Karen, su mujer, su hija Cielo, de 5 años, y dos parejas amigas con sus hijos habían cenado en una pizzería de San Justo. Luego de comer se subieron todos al Fiat Uno de Matías, uno de los amigos de la pareja, y se dirigían a la guardia del hospital para revisar a su bebe de 5 meses, que estaba con fiebre.

Cuatro disparos

En el viaje de vuelta, Matías rozó a otro automóvil, bajó la velocidad y se detuvo en la banquina. En ese momento, escucharon cuatro disparos contra la luneta. "Me pegaron un tiro", les dijo Ariel. En su declaración, Gerber, dijo haber dado "la voz de alto".

"Cuando me bajo del auto, él nos seguía apuntando con el arma", relató esta mañana Matías, en diálogo con C5N. Según la primer declaración de Gerber, un automovilista había denunciado a los tripulantes del Fiat Uno por un intento de robo. Karen, la mujer de Ariel, reconoció que el conductor de una Suram se detuvo frente a su auto al grito de "son ellos", pero cuando vio a Ariel con un disparo en el pecho "se asustó y se fue". "No nos fijamos en la chapa, el auto no lo habíamos visto antes", agregó la joven.

Gerber continuaba apuntando con su arma. "Cuando vio a las criaturas se puso pálido", contó Matías. Karen reaccionó rápido y siguió junto a la otra pareja amiga rumbo al hospital, ahora, para atender a Ariel. Matías y su mujer se quedaron discutiendo con el oficial de la PSA.

"Nos quedamos tratando de que el hombre no se vaya. Le pedimos que dejara las llaves del auto y el arma a un costado hasta que llegará un patrullero. Él lo invito a mi pareja a qué se subiera al auto con él, así estacionaban y esperaban el móvil. En cuanto nos corrimos , puso primera y se fue", relató Brenda, la pareja de Matías. Esa fue la primera fuga de Gerber.

Cuando el Fiat Uno llegó al hospital de Morón, Ariel se desvaneció en la entrada. Según relató Karen, dos policías locales fueron testigos del momento y también de la llegada del oficial de la PSA que los persiguió desde el lugar del choque. "A vos también te voy a pegar un tiro", fue la amenaza de Gerber al otro amigo de Karen, que la llevó al hospital, antes de continuar su fuga.

"Los policías le pidieron a mi amigo nuestro auto y lo persiguieron. Lo detuvieron a tres cuadras", contó la mujer de Ariel la insólita secuencia. Poco después llegaron una decena de efectivos policiales, según el relato de las víctimas, y uno de ellos dijo ser el jefe de Gerber, que según trascendió es custodio de un alto mando de la PSA. "Vino el jefe de él en un auto lujoso y sacó, con unos guantes de látex, los proyectiles que estaban en el auto", denunció Matías.

La denuncia por el ataque fue radicada en la comisaría distrital noroeste cuarta de La Matanza, en el barrio de Los Pinos, donde la pareja y los amigos de Ariel declararon. "Había otros efectivos de la PSA en la comisaría y se burlaban de nosotros, decían que en unas horas salía en libertad", lamentó Karen esta mañana.

El fiscal Fernando Quiroga intervino en la causa que fue caratulada como "lesiones graves". "Yo hablé con el fiscal y me dijo que lo dejaba en libertad por falta de pruebas", apuntó Karen sobre la situación del oficial de la PSA hasta esta mañana, cuando quedó detenido nuevamente.

"Pedimos justicia. Por ser policía no queremos que entre y salga de la comisaría. No sabemos en quién confiar", exigió Matías en la puerta del hospital de Morón, donde Ariel continúa en terapia intensiva con respirador artificial.