El Gobierno compensará a los tomadores de créditos hipotecarios UVA a través de un subsidio para el pago de las cuotas. Los beneficiarios serán los deudores del sistema bancario, en tanto que los fondos serán aportados por la Secretaría de Vivienda de la Nación. La necesidad del rescate pone en evidencia las inconsistencias del programa cuando han transcurrido solo tres años de su puesta en marcha, con préstamos que fueron concedidos hasta a 30 años para su devolución. El anuncio llegó después de las palabras de Mauricio Macri en una entidad financiera donde volvió a asegurar que cuando baje la inflación, los créditos UVA serán un éxito. “Se nos fueron con la inflación, pero ahora que baja, estos créditos que arrancaron muy bien volverán a ser un éxito importante”, pronosticó, sin explicar por qué fracasó el plan original y obligó a la intervención del Estado. Además, no ofreció ninguna garantía de que el problema no volverá a producirse con una eventual nueva estampida inflacionaria.

La medida será un “subsidio temporario” que durará 15 meses, desde las cuotas de octubre del año pasado hasta las de diciembre de este año. El Gobierno señaló que la compensación se destinará cuando la diferencia entre la cuota mensual del crédito ajustado por el índice UVA y la que hubiera debido pagarse si el crédito se hubiera ajustado por el índice Coeficiente de Variación Salarial (CVS), supere el 10 por ciento. La medida, informada por la Secretaría de Vivienda, tiene como objetivo “facilitar el pago de las cuotas a las familias de sectores socioeconómicos bajos y medios”. Desde hace un año, tomadores de créditos en UVA venían reclamando medidas ante los aumentos de las cuotas y del capital adeudado por la inflación desencadenada tras la devaluación.

Para acceder a la compensación, se deberán cumplir con los siguientes requisitos: que en la actualidad no sean propietarios o copropietarios de otro inmueble; haber tomado créditos ajustables por UVA por montos que, al momento del desembolso, no hayan superado el equivalente en pesos de 120 mil UVA; o haber destinado los créditos a la adquisición de una Vivienda Familiar, Única, Permanente con un valor de compra o tasación, de ambos el menor, inferior a las 140 mil UVA.

Los deudores deberán presentar una declaración jurada que verifique que cumplen con los requisitos y la escritura de compra del inmueble del que resulta el precio de la compra. “Una vez validada la información, se desembolsará en cada banco el total de fondos necesarios para acreditar en la cuenta de cada beneficiario la diferencia entre la cuota convenida con el banco (en UVA) y el límite establecido (CVS multiplicado por 1,1)”, detalló la Secretaría de Vivienda de la Nación.

Esta medida se suma a la que ya había sido anunciada en mayo pasado para los deudores de créditos ajustables por UVA que eran beneficiarios de los programas del ProCreAr o de las instituciones estatales de programas de vivienda adheridas. Para los nuevos créditos se requerirá de los bancos un aporte mensual obligatorio del 1,5 por ciento del monto de la cuota correspondiente. “Los bancos están habilitados a cobrar ese cargo por separado a los clientes e incluirlo en la cuota mensual”, establece la letra chica. Para los créditos ya otorgados, ProCreAr realizará un fondo de cobertura a favor de todos los beneficiarios, equivalente al 1,5 por ciento por cada una de las cuotas ya pagadas y otro equivalente al valor presente del 1,5 por ciento de todas las cuotas restantes. “Los bancos deberán remitir mensualmente un régimen informativo sobre los créditos de beneficiarios ProCreAR en los que se haya superado el límite de 1,1 CVS”, establece la Secretaría de Vivienda.

Este sistema crediticio había sido una de las promesas de campaña de Macri durante el 2015. Fue celebrada por miles de argentinos que soñaban con acceder a la casa propia. Pero, con la espiral inflacionaria generada tras la devaluación del 2018, las familias hipotecadas debieron afrontar un aumento exponencial en el pago de las cuotas y del capital adeudado. Surgieron en el último año en todas las provincias personas autoconvocadas que se agruparon para pedirle al Gobierno medidas paliativas de los aumentos.

Por su parte, Macri hizo referencia a los créditos UVA este lunes en la inauguración de la nuevas oficinas del banco Santander y dijo que "volverán a ser un éxito".

Los endeudados

“La medida no ataca el problema de fondo”, aseguró a Página 12 Federico Wahlberg, miembro del colectivo Hipotecados UVA. Sobre la compensación que se le dará a los deudores cuando la diferencia entre el pago de la cuota y lo que hubiera sido el pago si se actualizaba por CVS exceda el 10 por ciento, Wahlberg la describió como “un paliativo muy pequeño para algunas cuotas”, ya que la medida rige para las cuotas de entre octubre del año pasado y diciembre de este año. “La compensación se destinará cuando diferencia sea superior al 10 por ciento, pero no se están haciendo cargo de la diferencia del 10 por ciento que ya de por si es un montón”, explicó Wahlberg, quien además es economista y docente. “Esto tiene un tinte electoral, porque la medida es hasta las elecciones, el problema es qué va a pasar después”, agregó.

“El problema principal es que estos créditos se ajustan por inflación. Nosotros lo que reclamamos es salir del sistema de indexación por UVA pasar a un sistema en el cual se contemple la evolución de los salarios”, agregó. Desde el colectivo de damnificados por los créditos le piden al presidente desde hace un año que congelen los intereses y el capital por un determinado período para poder bajar el sobre endeudamiento de las familias.

Otras medidas que reclaman son que los bancos frenen con las intimaciones de remates de propiedades a los deudores que deben más de 3 cuotas. “Hay gente que le están llegando cartas documentos que si no regulariza la situación van a avanzar con el proceso de ejecución”, informó Wahlberg. Ante los aumentos de las cuotas, dijo que los tomadores de créditos “dejaron de pagar servicios públicos, dejaron de pagar productos de la canasta básica, dejaron de pagar la tarjeta y se endeudaron más”. “La cuota es lo último que la gente deja de pagar porque sino podés perder tu casa”, opinó. Además, denuncian que el gobierno y los bancos realizaron publicidad engañosa al lanzar los créditos ya que prometían una relación estable entre la cuota y el ingreso, pero por la inflación las cuotas aumentaron muy por encima de los ingresos de los trabajadores.

Christian Buteler, economista especializado en créditos hipotecarios, aseguró que la medida del Gobierno “es un reconocimiento del riesgo que trae este sistema crediticio que ajusta un crédito por inflación cuando Argentina es un país inflacionario crónico”. “Los créditos en UVA son a 20 o 30 años, y a tan solo 3 años de su lanzamiento, tuvieron que salir con un subsidio”, opinó.

El economista asegura que la medida, que durará hasta diciembre de este año, “tiene un plazo lógico” ya que se espera que va a recuperarse el salario real a través de aumentos salariales o baja de la inflación. Sobre el criterio para adherir a la compensación, establecido en 120 mil UVAS, dijo que “aunque va a quedar afuera un sector, fue un límite importante”.