Frente al lanzamiento del Servicio Cívico Voluntario en Valores, con el que el Gobierno pretende dar contención mediante la Gendarmería a jóvenes de 16 a 20 años, desde el ámbito educativo y en particular desde la comunidad universitaria, surgieron expresiones de profundo rechazo y preocupación.  Desde autoridades hasta organizaciones gremiales repudiaron la iniciativa oficial.

"La Gendarmería es una fuerza que está destinada a cuidar las fronteras terrestres y no tiene nada que hacer en la formación de nuestros jóvenes. Creemos que esto es un retroceso democrático enorme", señaló Jaime Perczyk, actual presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).

Para los profesores de la federación Conadu Histórica, "la iniciativa del Gobierno no apunta a formar ciudadanos, sino a repetir experiencias autoritarias y a profundizar la lógica de control social militarizado sobre la sociedad, apuntando en este caso a jóvenes y adolescentes".

“La Gendarmería Nacional no tiene ni antecedentes demostrables, ni atribuciones para promover y proteger derechos de niñas, niños y adolescentes, siendo esta situación agravada por los antecedentes de esta fuerza y otras en violaciones de derechos humanos vinculadas a situaciones de represión y gatillo fácil”, indicó una declaración aprobada por la medida la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

El sindicato de maestros porteños UTE-Ctera también se sumó a los rechazos. “Involucrar a las fuerzas de seguridad en la formación de nuestros pibes, más aún cuando se encuentran en edad de escolarización obligatoria no resulta ningún aporte a la vida democrática como pretenden los postulados del proyecto. Las prácticas educativas deben darse siempre en el marco del Ministerio de Educación y en cumplimiento de las leyes que lo regulan (...) La formación ética y ciudadana forma parte de la currícula escolar desde el jardín de infantes hasta el último año de la escuela secundaria. El mismo Gobierno que cierra escuelas pretende derivar la inversión educativa hacia los cuarteles. Los y las jóvenes y adolescentes de la Argentina no necesitan estas sobreactuaciones de 'bolsonarismo' para conocer y ejercer sus derechos y obligaciones. Lo que necesitan -remarcó UTE-Ctera- es la continuidad del Plan Progresar, la entrega de libros y netbooks y, en general, la presencia del Estado en el fomento y la realización de actividades deportivas, culturales y sociales."