El 18 de julio de 1994, a las 9:53, explotó una bomba en la sede de la AMIA en Pasteur al 633. Las horas siguientes estuvieron marcadas por la conmoción ante la magnitud del ataque, que mató a 85 personas, y el caos frente a un sistema de emergencia que no estaba preparado para dar respuesta. Decenas de personas se acercaron hasta la sede de la mutual judía, muchos para preguntar por sus familiares y amigos, otros para ayudar como voluntarios en el rescate. 

Tras la explosión cientos de personas se acercaron al edificio para remover escombros. Foto: NA
85 personas murieron por el atentado. Foto: NA
La búsqueda de sobrevivientes en la AMIA. Foto: NA
Los trabajos de rescate tras la explosión. (AFP)
Así quedó la sede de la AMIA en Pasteur al 600. (AFP)
Voluntarios participaron de las tareas de rescate. (AFP)
Los murales que se inauguraron en el edificio del Hospital de Clínicas, que recibió a las víctimas después de la explosión. (Télam)