Si hay alguien que sabe que la campaña es cuesta arriba, es el equipo de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Sus adláteres señalan que viene abajo en las encuestas, que la perjudican haber unificado las elecciones, la imagen muy mala de Mauricio Macri en el conurbano y el arrastre de los candidatos del Frente de Todos. Mientras alterna entre intentar mostrar las bondades de su gestión y atacar a su principal adversario, Axel Kicillof, sus estrategas están recorriendo los distritos para reunirse con los candidatos y dirigir las acciones de campaña hacia los sectores de la población que tienen identificados como votantes posibles. La estigmatización de Kicillof como "marxista" seguirá porque es útil aunque advierten en el PRO que puede no ser suficiente. "Pasa que este muchacho es zurdo pero no es Aníbal Fernández", graficaba uno de los dirigentes bonaerenses del PRO.

"La campaña viene bien, según lo previsto", consideró uno de los máximos responsables ante PáginaI12. Indicó que seguirán las recorridas de Vidal por el interior de la provincia y que, en las últimas semanas, se dedicará más fuerte al conurbano bonaerense. "La estamos viendo bien. Tal vez sea una elección en dos vueltas y no en tres, así que se han alineado la estrategia nacional y provincial. Estamos creciendo tanto nosotros como el otro espacio. Vamos hacia una buena PASO y vamos a recortar hacia la general", se mostró optimista otro dirigente bonaerense de peso. "La campaña la vamos a centrar en los contrastes de gestión y de valores", señaló sobre el discurso, que apunta sin dudas contra Kicillof. 

A medida que las voces provienen de círculos menos cercanos a la gobernadora, el optimismo decrece. Un dirigente que está en el territorio constantemente se mostró preocupado por la diferencia que tiene Vidal, aunque advierte que recortó un poco la distancia, no la ve en un buen momento. Macri, para colmo, está muy mal en el conurbano, con diferencias de dos dígitos respecto de los candidatos del Frente de Todos, señalan desde Juntos por el Cambio bonaerense. 

La línea discursiva no cambiará mucho de aquí a las PASO. Vidal intentará seguir mostrando logros de gestión y le seguirá apuntando a Kicillof, vinculándolo a La Cámpora para ver si así puede continuar polarizando. Cuanto más votos concentren los dos espacios en las PASO, mejor se ven desde el oficialismo. Por eso se vienen concentrando en los "votantes posibles", para lo cual vienen trabajando con un sistema de big data sobre el territorio. "No tenemos discriminado cuadra por cuadra, pero sí los circuitos electorales y los colegios", indican sobre las preferencias y las características de los habitantes del conurbano, que les permiten hipersegmentar el discurso.

En las últimas semanas el jefe de Gabinete, Federico Salvai, y el subsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell, vienen haciendo reuniones con los intendentes y legisladores de los distintos distritos para unificar discursos y la estrategia para la reelección de Vidal. La semana pasada reunieron a toda la sección electoral en Lanús, con Néstor Grindetti como anfitrión.

Al equipo de campaña le preocupan algunos municipios que podrían perder a manos del peronismo, como Quilmes -gobernado por el ex chef Martiniano Molina-, San Vicente o Pilar, donde el intendente es Nicolás Ducoté. El ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, estuvo en el sur intentando apuntalar a los candidatos a concejales de Quilmes. Muchos temen que nada alcance en ese distrito.

También comenzaron a recorrer la provincia de Buenos Aires la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y la de Desarrollo Social, Carolina Stanley. "Todas ayudan", aseguran cerca de Vidal, que continuará con su raid mediático consciente de que en un año pasó de tener la reelección segura, a ser el plan de recambio de un Macri que se caía (el ya olvidado Plan V) y ahora a tener que pelear estando abajo en las encuestas para lograr la reelección. Tampoco está escrito que no lo pueda lograr.