El dólar continúa registrando importantes presiones. Este jueves cerró en 45,55 pesos y marcó un aumento de 52 centavos. En algunas casas de cambio del microcentro porteño y bancos chicos llegó a venderse arriba de los 46 y en entidades grandes como el Galicia terminó la jornada en 45,90 pesos. El precio de la divisa se ubica cada vez más cerca del record de 46,90 pesos anotado el 26 de abril (antes que el Central anuncie un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para poder intervenir con reservas). Los operadores del mercado aseguraron que la entidad podría realizar las primeras ventas en los próximos días.

La decisión de bajar la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal no colaboró para descomprimir las presiones para los países emergentes. El indicador que mide la evolución de las principales bolsas de las economías no desarrolladas cayó un 2 por ciento. El índice de volatilidad de los activos norteamericanos aumentó un 10 por ciento y los principales mercados bursátiles de Estados Unidos bajaron cerca del 1 por ciento. Esta situación potenció la incertidumbre local y reforzó el desequilibrio cambiario.

Las declaraciones de Trump reiniciando el conflicto comercial con China completaron el mal humor de los mercados financieros a nivel internacional (ver aparte). El riesgo país de la Argentina volvió a elevarse por encima de los 800 puntos -se elevó 34 unidades hasta los 813 puntos- y los bonos de largo plazo como el centenario bajaron a un ritmo de 1,2 por ciento. Los analistas aseguraron que el clima mundial incentiva las caídas de los activos argentinos pero que lo que más pesa es la incertidumbre local y la falta de perspectivas respecto de cómo se resolverán los desequilibrios macroeconómicos.

Las acciones locales más representativas mostraron una fuerte caída. Los bancos presentaron las pérdidas más importantes. Se destacó la baja del 5,6 por ciento del Macro y del 4,1 por ciento del Supervielle. Los inversores empiezan a mostrarse nerviosos por la proximidad de las elecciones y el comportamiento básico es refugiarse en moneda dura hasta tener novedades respecto de cómo seguirá la política económica. El avance de la demanda de divisas por motivo precaución se repite cada año de elecciones.

El Central por el momento no intervino directamente con reservas internacionales para controlar el tipo de cambio pero reforzó su participación en los mercados de futuro. En el organismo empezaron a vender contratos a un ritmo equivalente de hasta 150 millones de dólares por día. La autoridad monetaria suele intervenir en los precios del tipo de cambio futuro en el corto plazo. Para octubre de este año se pactaron contratos a 50 pesos y para noviembre a 52 pesos. La devaluación se acelera a partir de enero de 2020. Los contratos que se negociaron a marzo cerraron con un precio de 60 pesos y a junio en 66.

La tasa de interés es el otro instrumento que utiliza el Central para intentar contener las presiones. El rendimiento de las Leliq subió este jueves hasta 60,64 por ciento (25 puntos básicos respecto de la jornada anterior). Se renovaron 245 mil millones de pesos en Leliq y se retiraron unos 26 mil millones de pesos netos de dinero en circulación.

La entidad a cargo de Guido Sandleris por ahora no uso su bala de plata: vender reservas en el mercado cambiario para frenar el avance del tipo de cambio. Los operadores de la city mencionaron que no sería extraño que se use esta estrategia en los próximos días. Plantearon que podría ser necesario sacrificar reservas si se pretende conseguir que la divisa no supere el récord de 46,90 pesos. 

Las reservas del Central finalizaron el jueves en 67.891 millones de dólares y marcó un avance de 136 millones. Las estimaciones del mercado indican que la entidad tiene entre un 5 y 10 por ciento de ese monto para realizar intervenciones.