Luego del fallo en el juicio oral por la muerte de la legisladora y periodista Débora Pérez Volpin, su pareja, Enrique Sacco, afirmó que “el juicio oral y público fue impecable. La autopsia habló, y habló el cuerpo de Débora, aceptamos el fallo del Tribunal, ahora tenemos la verdad y la justicia”. El Tribunal Oral 8 condenó al endoscopista Diego Bialolenkier a tres años de prisión en suspenso, sin aplicación efectiva, y a siete años y seis meses de inhabilitación para ejercer su profesión. La otra imputada, la anestesista Nélida Puente, fue absuelta por el hecho ocurrido en febrero de 2018. 

Enrique Sacco sostuvo que “hace 18 meses la incertidumbre nos taladraba la cabeza, pero a partir de ahora vamos a poder dormir un poco más tranquilos”. Sobre lo hecho en el proceso judicial que finalizó el viernes por la noche, consideró que los familiares hicieron "todo lo que teníamos a nuestro alcance. Pedimos verdad y justicia sin odio y sin rencores. Y eso nos da mucha tranquilidad y bastante paz”. De todas maneras, anticipó que ahora se dedicarán a analizar a fondo los argumentos del fallo para saber si apelan la absolución de la anestesista, a la vez que anunció que comenzarán una acción judicial contra autoridades del Sanatorio de La Trinidad. 

El abogado de la familia, Diego Pirota, coincidió con lo dicho por Sacco, pero estimó que es necesario revisar los argumentos absolutorios de Puente, porque en su opinión debería modificarse esa resolución. Para el abogado, “los peritos de la Corte entendieron que la responsabilidad penal fue exclusiva del endoscopista. Lo analizaremos y eventualmente recurriremos la absolución”. Pirota recordó que “Débora se murió porque la mataron uno o dos médicos. La mataron en la Clínica Trinidad, y pensamos que Débora no se tenía que morir”.

Por su parte, el abogado de la anestesista Nélida Puente, Eduardo Gerome, se mostró satisfecho con la sentencia. Señaló que su accionar "fue perfecto en su procedimiento anestésico como en la reanimación, no había ningún temor por la condena”. Recalcó que "tenía la plena seguridad de que iba a terminar bien”, concluyó a la salida de Tribunales. Mientras tanto, la fiscal María Luz Castany dijo que "siempre el endoscopista estuvo en una situación más comprometida que la anestesista, que había actuado de una manera imperita”. Al mismo tiempo, calificó de "ejemplar" que el tribunal haya dado el consentimiento para que sean investigados por posible encubrimiento directivos y empleados del sanatorio que declararon en el juicio oral.