Entre los grandes guionistas de la historieta argentina, está Emilio Balcarce. Todo lector de la revista Skorpio recuerda la paradigmática serie Crónicas del Tiempo Medio, con dibujos de Juan Zanotto. Fue uno de los trabajos que mantuvo en vilo el interés de la publicación, hacia fines de los '80 e inicios de los '90. Acá y en Italia, ya que la Skorpio oficiaba como correa de transmisión con lo que allá se publicaba.

Trabajos con dibujantes de la talla de Juan Giménez, Lucho Olivera, Quique Alcatena, Enrique Breccia, cimentaron a Balcarce de manera relevante; a través de publicaciones repartidas entre Argentina, Italia, España, Francia y Estados Unidos. Pero algo pasó, y su nombre se fue alejando paulatinamente de los cuadritos. Una ausencia que cumpliría, increíblemente, veinte años.

Hasta que la editorial bonaerense Historieteca le devolvió presencia en 2011 con "Funeral", historieta que realizara junto a Horacio Ceferino López y el dibujante Jok, también para el mercado italiano. A partir de allí, las historietas de Balcarce cobrarían una sobrevida. Con una profusión de títulos en donde dos de sus novedades recientes pertenecen a sellos editores rosarinos. Una de ellas es Knightmare (Fog of War), la otra es Valkiria (Rabdomantes). Las dos con dibujos de Jok, quien fuera premiado con el Trillo 2016 en la última Crack Bang Boom. El propio Balcarce, además, ya había tenido una distinción en el concurso de historietas CBB 2015, junto al dibujante Diego Garavano.

Por eso, el vínculo rosarino se nota y presta orgullo local. En este sentido, ya hay una tendencia que se remonta en el tiempo, con otros dibujantes de la ciudad: "He trabajado con Marcelo Pérez en Fierro y con Guillermo Donés. También con Eduardo Risso, en la adaptación de Cavar un pozo, de Bioy Casares", dice Balcarce, hoy jefe de la sección Policiales del diario Crónica.

 

"Por las cosas que veo a diario, mi puerta de evasión es irme a la fantasía y escribir sobre otros mundos".

 

Se sabe de su devoción por la ciencia ficción, ardid que mantiene en equilibrio su tarea periodística: "Por las cosas que veo a diario, mi puerta de evasión es irme a la fantasía y escribir sobre otros mundos". Tiene predilección por el cine de James Cameron, particularmente por Terminator: "Algunas me impactaron mucho, como Aliens y Mentiras verdaderas; también Titanic, aunque se salió de mi género preferido". Entre las películas y las historietas, Balcarce supo encontrar su profesión. "Para mí, la historieta es como el cine dibujado, con enfoques y encuadres como en el cine mismo. Me gusta contar con las imágenes, desde chiquito soy un cinéfilo perdido. Después comenzaron a llegar a mis manos historietas, y fue como ver pequeñas pantallitas en cada página. Inclusive comencé adaptando a la historieta películas de James Bond: veía la película, trataba de memorizar la mayor cantidad de detalles, y después la adaptaba. En mis comienzos quise ser dibujante pero después gustaron más mis guiones".

-‑¿Cómo surge Crónicas del Tiempo Medio? --, preguntó Rosario/12.

-‑Yo comencé haciendo unitarios en (editorial) Record, no me atrevía a hacer una serie. Hasta que Ricardo Barreiro, ese gran guionista de ciencia ficción, me avivó y me dijo: 'Cuando vos vendés una serie, vendés doce guiones como mínimo, es más lucrativo'. Durante mis visitas a Record me había hecho muy amigo de (Juan) Zanotto, y él ya había comenzado a dibujar algunos unitarios míos. Después de ver Terminator, quedó tan loco con la película como yo, y me pidió una serie que estuviera inspirada en ese mundo del futuro, de guerra entre máquinas y humanos. En un principio, él quería una serie de unitarios dentro de ese mundo, pero con personajes diferentes; después le gustaron los personajes que fui creando y surgió la serie. Es por eso que la primera parte parece una presentación de personajes que luego se fueron reuniendo para dar origen a Crónicas.

-‑Entre sus influencias, ¿cuáles elige destacar?

-‑El Eternauta. Es una de las mejores historietas de ciencia ficción que leí, pese a que en su tratamiento no era más que una invasión extraterrestre, pero me tocó mucho su comienzo, cuando los personajes quedan bajo la nevada mortal, en una casa que es una isla, dentro de esa nevada rodeada de muerte. Me impactó tanto que hasta tenía miedo de dejar la ventana abierta, por si entraban los copos mortales. También me gusta, en especial, Arthur Clarke, y Ray Bradbury con sus "Crónicas marcianas". Uno de mis preferidos es H.G. Wells, por "La guerra de los mundos" y "La máquina del tiempo". Isaac Asimov también, pero no tanto como Clarke y Wells. Por otra parte, para los unitarios que hacía me había influenciado mucho con Vampirella y Dr. Tetrik, me fascinaban esos finales sorpresivos, eran historias de terror aunque también había algunas de ciencia ficción. Yo quería que mi estilo fuese ése, con un final sorpresivo en cada una de las historias.

-‑¿Qué fue lo que lo alejó de la historieta?

-‑En realidad, yo no dejé a la historieta sino que la historieta me dejó a mí. Se dio la casualidad de que trabajaba para cuatro editoriales, justo en la época en que me casé, y cerraron todas. Fue un golpe durísimo y tuve que buscar otros medios para subsistir. Me salvó un amigo que trabajaba en editorial Inédita, donde hacía la revista Viva, con fotos de mujeres, y me pidió si me animaba a escribir cuentos eróticos. De eso viví durante un año, hasta que este amigo fue convocado por la editorial del diario Crónica para hacer una publicación policial, que fue la revista ¡Esto! Me dijo: ¿te animás a novelizar seis casos policiales reales? Por supuesto, le dije. Ahí entré a la editorial, donde estoy todavía, hace más de treinta años. Allí lo conocí a Horacio Ceferino López, uno de mis compañeros de trabajo, que es señalado como autor en "Funeral". Él quería hacer historietas a toda costa, y me fue picando el bichito otra vez. Fue él quien contactó a Jok (Diego Coglitore), nos reunimos y salió "Funeral".

 

"El Eternauta es una de las mejores historietas, aunque en su tratamiento no era más que una invasión extraterrestre".

 

-‑A partir de allí se establece con Jok una relación creativa perdurable.

-‑Con Jok trabajé en cuatro series más: "Terminal" (sin editar en Argentina), "Knightmare" y "Valkiria". Esta última es una idea de Jok, que quería unir su pasión por la fantasía heroica. Salvo "REM", que hice con Leonardo Manco para Skorpio, a partir de una idea suya, "Valkiria" sería mi primer acercamiento a la fantasía heroica pero con toques de ciencia ficción, con dioses nórdicos que resultan ser extraterrestres y vienen a la Tierra.

Por su parte, el caso de "Knightmare" es de las justas medievales, pero en una Inglaterra futura, post‑apocalíptica. Y hay más, porque de manera reciente, Duma Ediciones dio a conocer "Fey", historia de hadas y fantasía con dibujos de Darío Bravo. El sello D+i hizo lo propio con el integral de "Tudo Bem", junto a los lápices de Diego Garavano. "'Tudo Bem' es mi segunda trilogía después de 'Crónicas', que hice para Italia. Transcurre en Brasil, a la que invaden para apropiarse del agua", explica el guionista. Y no debe olvidarse que la misma "Crónicas del Tiempo Medio" cuenta con un recopilatorio integral por parte de Deux.

"La historieta es así, te abandona y te vuelve a reconquistar, de acuerdo a los vaivenes del mercado. Los italianos te compran mucho material, se llenan, pero después por un año no te compran más nada; es así, lamentablemente. Por otro lado, somos un país con una cantidad de artistas mayor a la de otros, que tienen más población que nosotros", agrega Balcarce.

-‑Se extrañaba en la historieta el "toque Balcarce".

-‑Me acuerdo cuando comencé a trabajar con Jok, me decía: "No puedo creer que esté trabajando con el guionista de 'Crónicas del Tiempo Medio'", era fanático de la serie. A través de Facebook descubrí a gente que me recordaba por leerme hace treinta años atrás. Después de tanto tiempo sin publicar, es una alegría. No lo puedo creer.