La Casa Blanca despidió a un alto asesor del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) después de conocer que había criticado al presidente, Donald Trump, y a su equipo en un evento, publicó un diario especializado.

Craig Deare, que era director del NSC para el continente americano, fue despedido ayer tras criticar duramente a Trump y a sus asesores más cercanos en una mesa redonda cerrada a la prensa en el centro de estudios Wilson Center ante un grupo de académicos, según fuentes del diario digital especializado Politico. Deare criticó al estratega jefe de Trump, Steve Bannon, así como a su hija mayor, Ivanka Trump, y a su marido, Jared Kushner, que es uno de asesores principales del presidente. Además, se quejó de que los altos asesores de seguridad nacional, como él, no tienen acceso al presidente y ofreció una “detallada y embarazosa” descripción de la última llamada de Trump con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, el 27 de enero.

El despido del asesor llega en medio de una tormenta política en el NSC, tras la dimisión el lunes del asesor principal de Seguridad Nacional de Trump, Michael Flynn. Su renuncia se produjo después de que se demostrara que engañó al vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, y a otros altos cargos del gobierno sobre el contendido de sus contactos con Rusia. Trump está entrevistando a candidatos para reemplazar a Flynn en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, después de que su primera elección, el vicealmirante Robert Harward, declinara la oferta.

Por otro lado, el Senado estadounidense aprobó el viernes al nominado por el presidente Donald Trump para dirigir la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), Scott Pruitt, un escéptico del cambio climático, gracias a la mayoría republicana y pese a los intentos de los demócratas de aplazar el voto. La votación (con 52 votos a favor y 46 en contra) se saldó con el respaldo de dos senadores demócratas (Joe Manchin, de Virginia Occidental y Heidi Heitkamp, de Dakota del Norte), y el rechazo de una republicana, Susan Collins, de Maine.

Con la ratificación de Pruitt, fiscal general del estado de Oklahoma, Estados Unidos se encamina a la desregulación federal y la marcha atrás en las agresivas políticas de defensa medioambiental y contra el cambio climático impulsadas por el gobierno anterior conducido por el demócrata Barack Obama.