"Hiciste un gol en la final de un Mundial, jugaste con el hombro roto y supiste cuánto pesa la Copa del Mundo. Que descanses en paz". Quizá, el mejor resumen deportivo sobre José Luis "Tata" Brown lo realizó Diego Armando Maradona, compañero suyo durante México 1986, al despedir en redes sociales al inolvidable defensor de la Selección Nacional, quien fue velado este martes ante una multitud en la sede social de Estudiantes de La Plata, el club de sus amores, al grito de "es el equipo... Del Narigón".

Sin embargo, ni la inmejorable verba maradoniana puede describir con exactitud aquella imagen del domingo 29 de junio de 1986 cuando, herido por un alemán y a pocos minutos del final del que sería el segundo título mundial argentino, se agujereó la camiseta número 5 un poco debajo del pecho -entre el escudo de AFA y el logo de Le Coq Sportif- y metió un par dedos para intentar inmovilizar su dolorido hombro.

"Era un dolor insoportable. Lo primero que le dije al doctor Madero (Raúl) fue 'ni se te ocurra sacarme, no salgo ni muerto'. Me mordí la camiseta, le hice dos agujeros para meter los dedos y terminé así. Había pasado por un montón de cosas difíciles y ni loco iba a dejar la final del mundo por un dolor en el hombro", relató muchos años después en un especial de la señal ESPN el Tata, quien fue convocado por Carlos Bilardo a ese torneo a pesar de no tener club (había quedado libre de Deportivo Español), jugó todos los partidos, todos los minutos y, además, marcó de cabeza el primer gol del triunfo 3-2 ante la por entonces Alemania Federal, su único tanto con la Selección Nacional.

Este martes, tras ser despedido en la sede pincha, el féretro del ex defensor -falleció el lunes por la noche a los 62 años luego de padecer Alzheimer en los últimos meses- partió hacia el predio del club en la localidad de City Bell, llevado por uno de sus hijos Juan Ignacio Brown y varios de sus compañeros campeones del mundo como Oscar Ruggeri, Nery Pumpido, Sergio Batista, Carlos Daniel Tapia.

"Un amigo, un hermano, porque así somos ese grupo del '86. Más allá de los logros, yo quiero a la persona. Un tipo espectacular, con un corazón enorme, una lástima, creo que no es justo, nos duele muchísimo, siempre tiraba para adelante. Cuando me enteré estaba anoche en la tele y fue un golpe muy duro, me tuvo que ir porque no me podía seguir", retrató Batista durante el velorio.

El Tata había expresado que, una vez fallecido, pretendía que sus restos permanecieran en el country club de City Bell, al igual que los de Oscar Malbernat, capitán del Estudiantes campeón del mundo, que murió el pasado viernes.

Desde muy temprano, desfilaron por la sede de Estudiantes ex compañeros como Alejandro Sabella, Claudio Gugnali, Julián Camino, Guillermo Trama, Patricio Hernández, Adriano Custodio Méndes, Miguel Lemme y Rubén Agüero, entre muchos otros. "Fue un gran amigo, un caudillo, jugaba con el corazón y representó al pueblo argentino. Tengo los mejores recuerdos, vivimos momentos inolvidables en Estudiantes con ese grupo que armó otro grande como Carlos Bilardo", consideró Lemme.

El nacido en Ranchos en 1956 fue también despedido en las redes sociales por muchos referentes de la Selección Nacional, como Gabriel Batistuta, quien le agradeció por su "lucha dentro y fuera de la cancha", y de Lionel Messi, quien le envió sus "condolencias" y "un abrazo a los familiares" del Tata, a quien consideró como un "referente querido de nuestro fútbol". No se equivoca.