El día que hizo su primer discurso de apertura del año judicial como presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz señaló que el Poder Judicial atravesaba una "crisis de legitimidad" y de "confianza" y que si no se recuperaba perdía su razón de ser. "Debemos demostrar que somos refractarios de todo interés personal, ideológico, político y de cualquier otra naturaleza que nos ea realizar el imperio del derecho", dijo, entre otras cosas. Pero al presentar y justificar sus movimientos patrimoniales, este juez dejó varias zonas grises. Si bien la ley le permite seguir percibiendo honorarios de sus clientes, Rosenkrantz no informa cuánto ni de quién cobró. Este diario informó que Petroquímica Cuyo, panamerican Energy, Esso, YPF, Claro, Día y la Clínica Estrada, son algunas de las empresas de que que no sólo era abogado sino también apoderado en el momento en que fue postulado para la Corte Suprema por Mauricio Macri.  Y desde que fue nombrado, su patrimonio mostró importantes incrementos. 

En su declaración jurada del impuesto a las ganancias de 2015, Rosenkrantz exhibe importes diferentes a los que presentó ante la Comisión del proceso de selección como juez de la Corte: 

En la declaración jurada declaró renta no gravada por 205.953 pesos y en la declaración de selección 170.761.  También hay una diferencia en la renta de cuarta categoría, donde en el primer caso figura 4.045.246 y en el segundo 4.057.069. En la declaración jurada mencionó gastos personales por 2.047.948 pesos, mientras que en el proceso de selección dijo que eran 2.131.150. Según ganancias, en 2015 tenía declarados 11.500.000 que aumentaron hasta 24.000.000 a fines de 2017 y a 39.500.000 según bienes personales. El incremento proviene de cobro de honorarios: en 2015 cobró 6 millones de pesos, en 2016, 12 millones y en 2017, 2.620.000. Además, el importe que abona como consumidor no cubre el monto que debió pagar en el período de 2015 y también en 2016. La diferencia entre lo que declaró como consumido en 2015 y 2016 fue del 10 por ciento, mientras que la inflación fue del 40. Por último, el juez de la Corte declaró poseer en 2015 varios inmuebles pero no habló de rentas, es decir que no los tendría alquilados.       

Según lo informado por el propio Rosenkrantz, se trata del Supremo más rico en comparación con sus colegas. Así, aunque el mes pasado se dio a conocer su declaración jurada junto con la del resto de los Ministros -hecho que sucedió por primera vez en veinte años- no se hizo público el orígen del crecimiento de sus fondos, lo que podría esconder conflictos de intereses, que se advierten aquí, sobre todo teniendo en cuenta su recorrido como defensor de las principales corporaciones de la Argentina antes de desembarcar en el máximo tribunal.

Las declaraciones juradas se difundieron a partir de un pedido de acceso a la información pública de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia, en un reclamo que llevaba más de 6 años. Sin embargo, ACIJ advirtió que “tal como fue entregada, la información no permite un control adecuado de la evolución patrimonial ni de potenciales conflictos de intereses o conductas inadecuadas de las/os Ministras/os”.