Los problemas en los medios estatales no cesan. Los trabajadores de Radio Nacional (AM 870) denunciaron “censura” en la emisora estatal. Mediante un comunicado titulado Informativo de Radio Nacional: la censura y los aprietes no son noticias, trabajadores de la radio consignaron las “continuas supresiones de espacios periodísticos”, las represalias que sufren trabajadores por difundir en los noticieros información económica y el “vaciamiento sistemático de contenido y de personal”.

“Los pocos oyentes que le quedan a la denominada 'Radio de todos' se deben haber sorprendido ante las continuas supresiones de espacios periodísticos para emitir partidos de fútbol. Las previas comienzan dos horas antes del partido, todo para que no salga aire el Panorama Nacional que se emite a partir de las 19”, comienza denunciando el texto firmado por la comisión interna de Sipreba de la emisora.

El comunicado señala que en el área del informativo se viven situaciones insólitas, a tal punto que hasta la información oficial es puesta en cuestionamiento. “Hasta las estadísticas molestan al director de la radio, Fernando Subirats. A través de los históricos subgerente periodístico, Marcelo Marino, y jefe de Informativo, Hugo Almeida, relevaron de sus funciones a un jefe de turno por difundir un cable de la agencia oficial Télam que consignaba la caída de la producción automotriz”, revela el texto.

Los trabajadores aclaran que tanto “la censura” como “los aprietes siempre son verbales”, y que nunca quedan nada por escrito.

“Los aprietes se repiten", denuncian. "Una semana antes, el mismo Marino informó del malestar que le ocasionó a Subirats el contenido del panorama referido a la polémica provocada por el auge de las segundas y terceras marcas (“cuchuflito y pindonga”) y donde se cuestionó la emisión de un audio de Víctor Fera (dueño de Maxiconsumo) que fue producido por el programa de Romina Manguel. Esa misma semana también existieron aprietes por el envío de un móvil a Plaza de Mayo para cubrir el denominado “alimentazo” y el cronista que realizó esa cobertura a partir de ese momento paso a realizar noticias policiales quedando un solo móvil en ese turno. Tiempo atrás, un locutor que dijo “fotocopias de los cuadernos” en el panorama de la tarde fue separado de la lectura”.

Lejos de plantear este tipo de situaciones como excepcionales, el comunicado da cuenta de que las represalias en el servicio informativo de la radio estatal son cuestiones que ocurren diariamente. “La censura ya es rutina en el informativo de Radio Nacional. Al cumplirse el segundo aniversario de la desaparición de Santiago Maldonado, se envió un móvil a Plaza de Mayo, pero no emitió informes. Se le pidió a la cronista que permanezca en el lugar solo para cubrir eventuales incidentes. Tampoco se cubrió la marcha de San Cayetano y no se emiten informes sobre el mercado cambiario cuando sube el dólar. Especialmente por la mañana cuando la vigilancia del aire es más férrea no se escucha en los boletines y en los panoramas nada de los distintos hechos de conflictividad social que se incrementan día tras día”, subrayan.

El uso electoralista del informativo también es evidenciado en el comunicado, a través de las voces políticas que se exponen al aire. “Cuando se habla de la oposición es con la intención de denostarla al reproducir solo voces del oficialismo”, denuncian. El control informativo es tan férreo que “ahora amenazan con levantar el panorama de la tarde y en su lugar emitir lo que ellos denominan panoramas regionales, cuyo contenido es fiscalizado por los directores de esas emisoras obedientes al partido de gobierno”.

Además, en el texto los trabajadores muestran su preocupación por la política de “vaciamiento” que viene implementándose en la emisora, con la pérdida de puestos de trabajo. “Casi todos los turnos -detallan- vienen sufriendo un vaciamiento sistemático de contenido y de personal. De tres cronistas que había por la tarde quedó uno solo y no se cubrieron puestos de trabajo como el de acreditado en Casa de Gobierno o de productor del Informativo”.

Sobre el final, los trabajadores de la AM 870 exigen a las autoridades mayor amplitud y calidad profesional. “Bregamos por una Radio Pública amplia y profesional que refleje la realidad del país de todos, y no sea una vulgar propaladora de noticias que solo agradan a unos pocos, las minorías en beneficio de cuyos intereses parece trabajar exclusivamente el actual gobierno”, concluyen.