Daniel “Pipi” Piazzolla no solo hereda de su abuelo la intrepidez musical, sino también la imposibilidad de parar. De hacer un alto en la huella. Aplica sones y tones de su batería en el maravilloso Ensamble Real Book Argentina, y en la banda solista de uno de sus músicos (el guitarrista Lucio Balduini). Es parte, también, del engranaje musical que hace andar otros tres proyectos grupales: Pájaro de fuego, Fernández 4 y, esencialmente, Escalandrum, con el que se va presentar (voz de Elena Roger incluida) a fines de agosto en el Gran Rivadavia. Todo y más. Un trío, por caso, que lleva ese apellido ilustre delante de tal palabra, y que acaba de publicar un disco cuyo nombre impacta cuando precisamente se lo nombra: Rata. “Es una palabra que uso mucho en chiste”, afirma el experimentado músico antes de su presentación en vivo (este jueves 15 a las 21 en Bebop, Moreno 364). “Además soy rata en el horóscopo chino y, por si se quiere otra definición, se trata de un animal que vive de noche lo cual me hace sentir más identificado… es arriesgado, curioso e intuitivo”.

Más allá de todo eso, Rata es un disco de nueve piezas instrumentales, seis de ellas compuestas por Pipi y tocadas por el mencionado Balduini y Damián Fogiel en saxo, además de suceder a Arca Rusa, trabajo inicial del trío, y el sorprendente Transmutación. “Yo creo que, a comparación de aquellos dos, este es un disco más maduro y esto está directamente relacionado a que el grupo toca mucho en vivo, algo que genera mejorías a nivel interpretativo y compositivo. Respecto de la definición 'subjetiva' de los temas, diría que son homenajes a las cosas que más quiero de mi vida cotidiana”, señala el baterista que, al momento de optar por uno de ellos, no lo hace por el que nombra al club de sus amores (“River Plate”), sino por otro llamado “Lolo”. “Me gusta mucho la melodía y fue la elegida por Escalandrum para hacerla en vivo. Está bueno compartir temas de esta manera, porque ningún formato hace que haya condicionamientos, al menos para mí. En el caso del trío y de Escalandrum, apenas son dos proyectos diferentes. En mi caso particular, me viene bien hacer varias cosas distintas todo el tiempo”, refrenda, sobre su inclinación hacia el hacer variado y permanente.

Rata fue grabado en solo seis horas de estudio. Una razón es que los temas se habían ensayado lo suficiente como para no sufrir contratiempos, y otra es que a Daniel no le gusta escuchar las tomas. “Sin estas dos cuestiones todo es más fluido, no hay que parar tanto”, justifica. “Ahora, lo que queda es que el día de la presentación estemos inspirados, concentrados y con ganas de hacer música fresca… vendería el show diciendo que ahora el jazz en la Argentina te puede representar”, cierra Piazzolla nieto que, de paso, aprovechó el flamante trabajo para homenajear a dos de sus grandes referentes: John Coltrane, “Naima” mediante. Y el sintomático “Evidence”, de Thelonious Monk.