Hernán Lacunza todavía no llegó a asumir formalmente al frente del Ministerio de Hacienda, pero este domingo desde temprano comenzó a difundir fotos de distintas reuniones de trabajo que mantuvo en su casa de Tigre, donde prepara un borrador de medidas que este lunes pondrá a consideración del presidente Mauricio Macri. Anoche se especulaba con la posibilidad de que haya algún anuncio para los jubilados, quienes no fueron incluidos dentro de las medidas que el propio presidente realizó la semana pasada. El primer encuentro fue con su equipo de colaboradores más cercano, luego se reunió con el titular del Banco Central, Guido Sandleris, y por la tarde fue el turno de recibir a su antecesor Nicolás Dujovne, quien decidió abandonar el cargo cuando la situación económica se complicó definitivamente a raíz de la derrota del oficialismo en las elecciones primarias.

Lacunza, quien se venía desempeñando como ministro de Economía de la Provincia de Buenos, Aires, estaba de vacaciones en Neuquén cuando el sábado Macri lo convocó de urgencia para reemplazar a Dujovne, quien se negó a permanecer en el cargo y filtró su renuncia a algunos medios de comunicación antes de que la misma se hiciera efectiva. A raíz de ello, este economista egresado de la Universidad de Buenos Aires volvió de urgencia en el avión oficial Tango 10 para hacerse cargo de la economía en el momento más delicado de la administración de Cambiemos, cuando el dólar amenaza seguir subiendo y su traslado a precios continúa limando el ya de por sí deteriorado poder adquisitivo de la población.

El encuentro de Lacunza con el titular de la autoridad monetaria tuvo lugar al mediodía y duró poco más de una hora. Cerca del flamante ministro de Hacienda dejaron trascender que la relación entre ambos funcionarios es muy buena y para demostrarlo recordaron que apenas asumió como ministro de Economía bonaerense, Lacunza había designado a Sandleris como subsecretario de Finanzas, donde permaneció hasta 2017 cuando Dujovne lo llevó como jefe de asesores del Ministerio de Hacienda. Ambos funcionarios analizaron el impacto que tuvo la corrida contra el peso la semana pasada y su impacto en las reservas. La intención oficial es tratar de recomponer la tranquilidad financiera ya que de otro modo no solo no tendrá ninguna chance en las próximas elecciones generales sino que además la propia continuidad del gobierno será puesta en jaque.

El gobierno ya anunció la semana pasada varias medidas para llevar alivio a los sectores bajos y medios, como la eliminación del IVA para un conjunto de alimentos básicos, la suba del mínimo no imponible de Ganancias, el congelamiento del precio de los combustibles por 90 días y el congelamiento hasta fin de año de las cuotas de los créditos UVA y de los planes de ahorro para autos cero kilómetro, entre otras medidas. Esos anuncios tendrán un costo fiscal aproximado de 50.000 millones de pesos y no fueron acompañados con otras medidas destinadas a incrementar los ingresos, como la suba de retenciones. A raíz de esa situación, los anuncios del gobierno fueron interpretados por numerosos analistas como un gesto de desesperación de cara a la campaña electoral.

El problema de ese giro es que llevará a incumplir la meta fiscal pautada con el Fondo Monetario lo que pone en duda el próximo desembolso de 5400 millones de dólares que debería llegar el mes próximo. De hecho, ni siquiera está confirmada la visita de la misión del FMI que debería llegar esta semana al país para evaluar el cumplimiento del acuerdo.

Lacunza analizó también estos desafíos junto a su reemplazante en la provincia de Buenos Aires, Damián Bonari; Sebastián Katz; Milagros Gismoni y Pedro Rabasa, entre otros. A su vez, con Dujovne se conversó sobre cómo encarar la transición en el ministerio.