A 500 días de la detención del líder del PT Lula Da Silva en la cárcel federal de Curitiba se lanzó una campaña internacional denominada "500 días de injusticia" que multiplicó el respaldo de figuras de la política y la cultura a nivel regional e internacional para que el ex presidente sea puesto en libertad.  

En la Argentina se publicó una extensa solicitada —publicada en la edición papel de PáginaI12encabezada por las firmas del candidato a presidente del Frente de Todos Alberto Fernández, la candidata a vicepresidenta Cristina Fernández y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, entre otros, que reúne un centenar de firmas de gobernadores, senadores y diputados nacionales; dirigentes sindicales; intendentes; rectores universitarios; dirigentes sociales; personalidades de la cultura y académicos, investigadores y periodistas.   

Entre otros firmantes del petitorio, figuran: Estela de Carlotto, Taty Almeida, Axel Kicillof, Sergio Massa, Héctor Daer, Víctor Santa María, Adriana Varela, Ana María Picchio, Pedro Saborido, Rolly Serrano, Adrián Paenza, Arnaldo Bocco, Agustín Rossi y Felipe Solá.

"Es el único presidente que sacó de la extrema pobreza a más de 36 millones de brasileros y brasileñas; eso tiene que se reconocido como una aporte a la paz", abre el premio Nobel de la Paz argentino el video realizado por el Comité Lula, donde se reúnen las declaraciones de figuras internacionales en la puerta de la cárcel federal de Curitiba. 

"Después de meses de obstáculos legales, el poder judicial permitió la entrada de dos amigos, durante una hora, siempre los jueves", señala el texto de la campaña internacional en referencia a quienes viajaron hasta la cárcel para respaldar al ex presidente, entre ellos, el candidato Alberto Fernández.  

Un días después de las PASO, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, consideró que de confirmarse el respaldo electoral al Frente de Todos, la Argentina se convertiría en Venezuela y dijo "no queremos eso, hermanos argentinos huyendo para acá". Un día después, calificó a los candidatos del peronismo como "bandidos de izquierda". Alberto Fernández celebró que "un misógino y violento hable mal de mí" y le dedicó: "A Bolsonaro le digo: Lula libre".