El anuncio de China sobre la implementación de nuevos aranceles a productos de Estados Unidos dio lugar a la inmediata reacción de Donald Trump. El presidente estadounidense adelantó que en las próximas horas responderá a las medidas anunciadas por el gobierno de Xi Jimping y llamó a las empresas de su país a buscar alternativas a China y a volver a producir en territorio norteamericano. El cruce de anuncios y declaraciones marca una nueva escalada en la guerra comercial entre las principales potencias del mundo.
La réplica de Trump llegó horas después de que las autoridades chinas comunicaran la imposición de tasas a bienes importados de Estados Unidos con un valor comercial de 75.000 millones de dólares.
"Responderé a los aranceles chinos esta tarde. ¡Esta es una GRAN oportunidad para Estados Unidos!", respondió el mandatario estadounidense en un mensaje divulgado en su cuenta personal de Twitter.
En sucesivas publicaciones en esa red social, Trump acusó al gigante asiático de haber robado a su país "cientos de millones de dólares" mediante la apropiación indebida de propiedad intelectual y aseguró que no permitirá que está situación continúe.
“Las enormes cantidades de dinero hechas y robadas por China de los Estados Unidos, año tras año, durante décadas, DEBERÁN DETENERSE. Se ordena a nuestras grandes compañías estadounidenses que comiencen inmediatamente a buscar una alternativa a China, que incluya traer sus empresas a CASA y haciendo sus productos en los Estados Unidos”, agregó Trump y consideró que lo hecho por China y la respuesta que prometió darle este mismo viernes “es una GRAN oportunidad para los Estados Unidos”.
En el marco de la réplica a los anuncios de Beijing Trump también comunicó en Twitter, donde comunicó, además, que está “estoy ordenando a todos los operadores de cargas, incluidos Fed Ex, Amazon, UPS y la Oficina de Correos, que BUSQUEN Y RECHAZEN todas las entregas de Fentanilo desde China (¡o en cualquier otro lugar!)”. “El fentanilo mata a 100,000 estadounidenses al año. El presidente Xi dijo que esto se detendría, no lo hizo”, explicó para luego añadir: “Nuestra economía, debido a nuestras ganancias en los últimos dos años y medio, es MUCHO más grande que la de China. ¡Lo mantendremos así!”
China había dicho que la implementación de nuevos aranceles era justamente en respuesta a las tasas aduaneras adicionales que tenía previsto aplicar la administración de Donald Trump. Según detalló el gobierno de Xi Jimping los nuevos aranceles evolucionarán en un intervalo de entre el 5 y 10% y alcanzarán a 5.078 productos estadounidenses en dos fases, una el 1 de septiembre y otra el 15 de diciembre.
Beijing también anunció que impondrá una tarifa del 25% a los automóviles procedentes de Estados Unidos y la aplicación de un 5% a las piezas sueltas a partir del 15 de diciembre. El gobierno chino había levantado las medidas punitivas contra ambos tipos de bienes como gesto de buena fe a la espera de resultados en las negociaciones comerciales en marcha.
Al comunicar las medidas, la oficina de la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado chino argumento que la suba de las tasas por parte de Washington "ha llevado a una continua escalada de las fricciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos, violando el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado en Argentina y en Osaka".
El comunicado de las autoridades chinas aludió a la decisión de Trump de imponer nuevos aranceles a bienes importados del gigante asiático con un valor comercial de 250.000 millones de dólares, y aplicar tarifas aduaneras adicionales a otros bienes con un valor de 300.000 millones de dólares en dos nuevas rondas el 1 de septiembre y el 15 de diciembre.