La habladuría de que el pop es sólo para divertirse se ve empañada por el signo de época para Sueño Azul, el nuevo proyecto de Gabriel Kerman. Partiendo de Virus, Depeche Mode, Daft Punk y Phoenix como sonidos primarios, el compositor y ex miembro de Sambara recoge el guante y le da una vuelta al género en las ocho canciones de su primer disco, Dónde está el amor. Sueño azul había sido también el EP que Kerman grabó en 2017 en solitario, cuyas canciones nacieron de un proceso de ensueño. “Cuando terminó Sambara quise empezar un proyecto nuevo y me pareció copado seguir con esa idea de ‘sueño azul’, es algo visual que me gustó. Además de que siempre tuve atracción por ese color”, cuenta el músico.

 

Acompañado por Sebastián Mansilla en batería, Nehuén Chumbita en bajo, Martín Allende en guitarras y Juan Ninotti en teclados, esta vez Kerman apostó a un sonido que cuadrara en lo que estaba pasando musicalmente en la actualidad pero con el convencimiento de cantar letras cargadas de ideología. “Creo que se trata de escuchar las bandas que están sonando pero no copiar eso sino tener el propio estilo. La situación es complicada, es un desafío hacer algo más bailable, salirnos un poco de esa cosa sententosa más volada y abrirnos, expandirnos y llegar a más gente”, reconoce el vuelco que finalmente tuvo el primer LP de Sueño Azul.

“Los días se ponen pesados / la angustia crece en todos lados / y la vida se está yendo”, canta en el segundo track, Los muros, refiriéndose al ánimo generalizado bajo la negra nube neoliberal. La canción es la más actual, compuesta en enero de este año, y es la que tiene un mayor componente político. “Los muros fue hecha en mi casa estando en enero sin poder irme de vacaciones, puteando a Macri como loco, con cortes de luz. Incluso en un contexto más general, tenemos a Trump, tenemos líderes fascistas o de derecha, Bolsonaro; y toda una cuestión del odio hacia lo distinto, la homofobia, la xenofobia, los muros. Y esta política neoliberal de empobrecernos”, dice.

La idea, entonces, fue ser directos, que fuera posible unir lo político con el pop. Kerman nombra el disco Latinoamericana, que publicó el año pasado el chileno Álex Anwandter, quien indaga en los temas interpersonales contextualizados en el racismo, el clasismo y la exclusión como pensamientos y tendencias normalizadas. “Ese disco habla de esto, de la locura del mundo, de que no aprendimos nada, de que los medios de comunicación promueven líderes que nos llevan al abismo, a Bolsonaro incendiando el Amazonas, la guerra económica entre China y Estados Unidos, todo este resurgimiento del odio en Europa.”

Siete de las ocho canciones fueron compuestas por el ex Sambara, quien convocó a los músicos a medida que los fue conociendo mientras se armaba Sueño Azul. La octava, Los días, la escribió Martín, el guitarrista cordobés que acopló enseguida en el nuevo proyecto. “Empezamos a pensar qué queríamos hacer y en ese año se empezó a definir el concepto del disco. Al principio eran canciones más spinettosas, luego quisimos hacer algo más bailable, que no fuera rock antiguo, que tuviera interacción con el público, un sonido más moderno”, relata. Acaso Entre tu piel, con Mateo Sujatovich de Conociendo Rusia en la voz, resulte la canción más “spinettosa”, con una melodía dulce. “Tu sociedad se derrumbará y no podrás detenerla”, canta Kerman en el track 5, Tu sociedad, con una templanza que invita a pensar que ese derrumbe será bueno.

Pero, finalmente, ¿dónde está el amor? “Para mí es una pregunta retórica. El amor está en todos lados y pareciera no estár en ninguno. Está en nuestros seres querides y amigues, en la honestidad, en la sinceridad y en tratar de comunicar algo con conciencia”, resuelve el músico. A lo mejor la respuesta se devele este viernes cuando Sueño Azul cante esas canciones por primera vez en la ciudad.

* Sueño Azul tocará el viernes 6 a las 22 en el Centro Cultural Richards, Honduras 5272.