En medio de la conmemoración por los 18 años del atentado a las Torres Gemelas, el presidente estadounidense Donald Trump redobló sus ataques contra los talibanes en Afganistán. Desde la puerta del Pentágono, el mandatario aseguró que reforzará el combate contra ese grupo insurgente y confirmó que suspendió las conversaciones de paz con ellos por el reciente atentado en Kabul, la capital afgana, en el que murieron un soldado estadounidense y otras 11 personas.

“Si por algún motivo vuelven a nuestro país, iremos donde quiera que estén y usaremos un grado de fuerza que Estados Unidos nunca ha usado antes”, advirtió Trump, quien aclaró que no se refería a “fuerza nuclear”. "Nunca habrán visto nada como lo que les ocurrirá. Ningún enemigo en la Tierra puede igualar la abrumadora fuerza, talento y poder de las fuerzas armadas estadounidenses", agregó el Presidente.

Los talibanes se mostraron sorprendidos por la decisión de Trump de suspender la reunión secreta pactada con el presidente afgano Ashraf Ghani Ahmadzai y los principales líderes d ela organización. Las negociaciones que hasta el sábado parecían encaminadas al retiro de 5000 soldados estadounidenses de territorio afgano, entraron el domingo en un punto muerto. “Estados Unidos sufrirá más que nadie, toda su credibilidad se verá lastrada. Las pérdidas humanas y financieras aumentarán”, habían respondido los talibanes ante el portazo de Estados Unidos. 

Trump se echó para atrás después del ataque en Kabul  en el cual, según el presidente estadounidense, “mataron a un gran soldado estadounidense de Puerto Rico y a otras once personas inocentes”. "Los talibanes creyeron que usarían este ataque para demostrar fuerza, pero lo que demostraron fue una debilidad imparable. En los últimos cuatro días hemos golpeado más duro que nunca a nuestro enemigo, y eso continuará", advirtió hoy el mandatario.

La suspensión de las negociaciones entre ambos países amenaza con provocar un aumento de la violencia aún mayor en Afganistán en un momento especialmente delicado, a solo dos semanas de las elecciones presidenciales en el país. 

Las declaraciones de Trump cobran otro significado además por el momento y el lugar que eligió para hacerlas, teniendo en cuenta que la guerra de Estados Unidos contra Afganistán se desató, según el gobierno de EEUU, como respuesta a los atentados del 11-S a las Torres Gemelas y al Pentágono, atentados por los cuales Washington culpó a Osama bin Laden, fundador de Al Qaeda, quien fue protegido supuestamente por los talibanes.

Trump visitó el Pentágono para recordar a las 184 personas que murieron allí hace 18 años, cuando un avión comercial se estrelló contra la sede del Departamento de Defensa, menos de una hora después de que dos aviones se estrellaran en las Torres Gemelas de Nueva York. "Fue un día lleno de horror y pena", afirmó, y recordó que él se encontraba viendo "un importante programa de negocios" en la televisión cuando la programación se interrumpió para mostrar las primeras imágenes de las torres en llamas.

El actual mandatario aseguró que él mismo pudo ver desde la ventana de su torre en el centro de Manhattan cómo se estrellaba el segundo avión en esos icónicos edificios, y que después se desplazó a la Zona Cero para "intentar ayudar". "La libertad estadounidense solo sobrevive porque hay patriotas dispuestos a sacrificarlo todo. No buscamos el conflicto, pero si alguien se atreve a atacar nuestra tierra, responderemos", insistió en sus amenazas.